INTRODUCCIÓN
El parque Sicardi es una amplia zona ubicada hacia el lado sur de La Plata (Bs. As.), no muy alejada del Aeropuerto Provincial y donde a través de los años, se han reportado numerosas denuncias OVNI. Esta vez llegó un llamado a Nelson Polanco sobre unas extrañas marcas en una finca y pusimos prontamente manos a la obra. Junto a Lucía López, partimos con nuestra valija ufológica de la FAO, donde tenemos todos los implementos necesarios para realizar una investigación in situ acorde, gracias al esfuerzo de todos los miembros en tantos años, donde pudimos comprar elemento por elemento. Así funciona un grupo, un equipo de trabajo, como deber ser. Nadie nos regaló nada y tampoco vivimos de los OVNIs, ni los “mercantilizamo$”, todo a pulmón, como diría Alejandro…
LA INVESTIGACIÓN
El sitio
en cuestión es una quinta, donde don Osvaldo, su dueño, alquila para eventos y
nos esperó y abrió las puertas muy amablemente. En el sector parquizado y con
el pasto corto, resaltaban 3 “tres huellas reverdecidas, del tipo
circulares/anulares”. Sin testigos oculares del hecho, nos dedicamos de lleno
al estudio de las mismas. Según don Osvaldo, aparecieron repentinamente en el
invierno pasado, en plena pandemia, y aún se notaban perfectamente, un año y
medio después…
Dos círculos de 6,50 metros de diámetro separados por un metro y otro más pequeño de 5 metros, a 15 metros de ambos, formando una suerte de triángulo isósceles. En las tres marcas, los bordes eran de 70 centímetros. Consultado el dueño, si observó la presencia de “hongos periféricos” en todo este tiempo, su respuesta fue negativa.
LOS POLOS DE ATRACCIÓN
El predio
se halla rodeado de una arboleda, donde sobresalen los eucaliptus y también
varios árboles de laurel. No hay líneas de media o alta tensión cercanas y lo
más resaltante es la “pileta de natación” ubicada a 50 metros de las huellas.
EN BUSCA DE LA EXTRAÑEZA…
Como si
estuviera presente en el lugar, resonaban en nuestras cabezas las permanentes y
repetidas, pero siempre vigentes, palabras de nuestro Marcelo Martinich: “Donde
están las PRUEBAS!!” “Donde está la EXTRAÑEZA!!” Pues bien, al momento de las
evaluaciones, pudimos rescatar los siguientes puntos a tener en cuenta:
Tanto el
detector electromagnético como el contador Geyger, no arrojaron anormalidades
en sus valores.-
La
brújula orientó perfectamente su norte, sin presentar desviaciones.-
En las
inmediaciones no se detectaron rastros de anomalías que se puedan asociar a las
marcas.-
Pero de la conversación con don Osvaldo, surgió la novedad que tanto buscábamos: Al parecer, cuando las huellas fueron descubiertas, todas presentaban un color GRIS OSCURO producto de un “misterioso polvillo”, similar a cenizas, que cubría sus bordes. Al mostrarle, a modo de ejemplo, la foto de una huella con esa sustancia, no dudó en responder “afirmativamente”. Esto no es común y solamente una decena similar de estos casos tenemos en nuestro Banco de Datos sobre aterrizajes en Argentina. En un episodio posterior a los sucesos de Atalaya (1985/86) detectamos en una casa sobre la ruta N° 11, entre La Plata y Magdalena, en cercanías del arroyo El Pescado, dos huellas reverdecidas ovales/anulares, de 6 metros cada una, con una composición oscura sobre ellas, muy similar a las de Sicardi. A partir de allí y en charlas con la Dra. Irma Gamundi, directora del Instituto de Botánica “Carlos Spegazzini” de La Plata, dependiente del Museo de Ciencias Naturales, nos enteramos al realizar los análisis, que ese “misterioso polvillo” que cubría las huellas contenía ACTIVIDAD BIOLÓGICA, es decir, hongos microscópicos de los géneros PHISARUM, FUSARIUM y ALTERNARIA, y que a su vez, éstos “no producen” los comúnmente denominados ANILLOS DE HADAS ¿Cómo llegaron allí o por qué esos elementos? No lo sabemos…
Algo similar ocurrió cuando elaboramos nuestro trabajo “EL SÍNDROME DE DELPHOS”, donde justamente con la base de ese incidente establecimos una matriz para el Fenómeno Aterrizaje de ahora en más. Todo está allí y todo parte en Delphos, USA, el 2 de noviembre de 1971 con el descenso de una aeronave desconocida. Precisamente en esa localidad americana del estado de Kansas, los análisis detectaron la presencia de ÁCIDO OXÁLICO, un compuesto químico cáustico, desoxidante, que al ser corrosivo puede ocasionar irritación ocular o cutánea y revelaron organismos del género ACTINOMYCETES en el polvillo blanco de la huella encontrada. Estas bacterias hasta pueden resultar patógenas para los seres humanos y algunas de ellas se usan en la industria farmacéutica. Pero tampoco causan los “corros de brujas” producidos por el micelio subterráneo. Todo un desafío….
Hete aquí, algunas de los casos de huellas con este tipo de SUSTANCIA que hemos catalogado en Argentina, en ocasiones descriptas como “talco, polvillo, carbonilla o cenizas, de colores grisáceos o violáceos, pegajosos o grasosos y excepcionalmente, con olor a combustible”:
Caso MIRAMAR (Bs. As.) 1968
Caso
ATALAYA (Bs. As.) 1985
Caso Ruta
N° 11 (Bs. As.) 1986
Caso
ALDEA SAN MIGUEL (Entre Ríos) 1993
Caso
SIERRA DE LOS PADRES (Bs. As.) 2005
Caso
ACHIRAS (Córdoba) 2008
Caso PASO
DEL REY (Bs. As.) 2012
Caso GOYA
(Corrientes) 2013
Caso
CHASCOMÚS (Bs. As.) 2016
Caso
VILLAGUAY (Entre Ríos) 2016
Un caso
más significativo que otro para su análisis, pero el episodio de Paso del Rey
se lleva las palmas, al tratarse de una huella HEXAGONAL perfecta sobre un piso
de cemento y con sólo un 10 % de la figura sobre el pasto, también afectado y
todo cubierto por esa enigmática sustancia…
Y SIGUEN LAS SORPRESAS…
Corría
1985 y en el campo de Atalaya (Bs. As.) donde se produjo EL RÉCORD MUNDIAL DE
HUELLAS (150) una mañana descubrimos un hecho sorprendente: Al tocar con los
dedos un manchón carbonizado de 1 metro de diámetro, situado al lado del
molino, al margen del tizne, afloraron diminutas partículas sólidas en
cantidades increíbles, para sorpresa de Susana González, periodista de
editorial Perfil que cubría la nota. Eran LIMADURAS de metal, posiblemente
hierro, que se hallaban en esa marca y que pudimos recoger una probeta entera
al pasarles el imán (neodimio). A partir de entonces, en numerosos aterrizajes pudimos
detectar y recolectar estos intrigantes elementos. A la ufóloga americana Linda
Molton Howe, especialista en mutilaciones, en un reportaje de hace unos años,
se la ve pasando un gran imán alrededor del animal “en busca de limaduras”, ya
que sin dudas, le llegó nuestra versión argentina.
Y en parque
Sicardi “reaparecieron” los famosos metales, recogidos por Nelson Polanco en
los bordes de las 3 marcas, hecho que resulta significativo porque, a pesar de
haber transcurrido casi 18 meses, con pisadas de personas, vientos, lluvias y
varias pasadas de cortar el césped, aún descansaban en la tierra. Imaginen
ustedes, por un instante, lo que sería la cantidad de limaduras en la época de
la aparición de las huellas!!
EVALUACIÓN
PRELIMINAR
El caso
Sicardi no será un caso más. Por las inquietudes que dejó respecto al polvillo,
por las limaduras recolectadas, por el asesoramiento continuo de nuestra
Ingeniera Agrónoma Carla Andrada, y también porque lo tenemos a mano para
persistir con el proceso de “seguimiento”, tarea que no siempre se puede hacer
con las huellas, más aun si éstas son lejanas en la geografía. En definitiva,
El Síndrome de Delphos “es un conjunto de respuestas que conforman un descenso
OVNI y de todas, sólo una será la que apliquemos para la resolución del caso”.
En nuestra clasificación de huellas, el caso Sicardi encuadra perfectamente en la
fase 6 de las 9 establecidas en el Síndrome, que nos indica: CÍRCULO TOTAL O
ANULAR, DEL TIPO “REVERDECIDO”, CON
HONGOS MICROSCÓPICOS PERIFÉRICOS (polvillo). Las investigaciones continuarán…