lunes, 4 de abril de 2022

MISTERIO EN PARQUE SICARDI

 Por Luis Burgos (FAO-ICOU)


INTRODUCCIÓN

El parque Sicardi es una amplia zona ubicada hacia el lado sur de La Plata (Bs. As.), no muy alejada del Aeropuerto Provincial y donde a través de los años, se han reportado numerosas denuncias OVNI. Esta vez llegó un llamado a Nelson Polanco sobre unas extrañas marcas en una finca y pusimos prontamente manos a la obra. Junto a Lucía López, partimos con nuestra valija ufológica de la FAO, donde tenemos todos los implementos necesarios para realizar una investigación in situ acorde, gracias al esfuerzo de todos los miembros en tantos años, donde pudimos comprar elemento por elemento. Así funciona un grupo, un equipo de trabajo, como deber ser. Nadie nos regaló nada y tampoco vivimos de los OVNIs, ni los “mercantilizamo$”, todo a pulmón, como diría Alejandro…


LA INVESTIGACIÓN

El sitio en cuestión es una quinta, donde don Osvaldo, su dueño, alquila para eventos y nos esperó y abrió las puertas muy amablemente. En el sector parquizado y con el pasto corto, resaltaban 3 “tres huellas reverdecidas, del tipo circulares/anulares”. Sin testigos oculares del hecho, nos dedicamos de lleno al estudio de las mismas. Según don Osvaldo, aparecieron repentinamente en el invierno pasado, en plena pandemia, y aún se notaban perfectamente, un año y medio después…

Dos círculos de 6,50 metros de diámetro separados por un metro y otro más pequeño de 5 metros, a 15 metros de ambos, formando una suerte de triángulo isósceles. En las tres marcas, los bordes eran de 70 centímetros. Consultado el dueño, si observó la presencia de “hongos periféricos” en todo este tiempo, su respuesta fue negativa.

LOS POLOS DE ATRACCIÓN

El predio se halla rodeado de una arboleda, donde sobresalen los eucaliptus y también varios árboles de laurel. No hay líneas de media o alta tensión cercanas y lo más resaltante es la “pileta de natación” ubicada a 50 metros de las huellas.

EN BUSCA DE LA EXTRAÑEZA…

Como si estuviera presente en el lugar, resonaban en nuestras cabezas las permanentes y repetidas, pero siempre vigentes, palabras de nuestro Marcelo Martinich: “Donde están las PRUEBAS!!” “Donde está la EXTRAÑEZA!!” Pues bien, al momento de las evaluaciones, pudimos rescatar los siguientes puntos a tener en cuenta:

Tanto el detector electromagnético como el contador Geyger, no arrojaron anormalidades en sus valores.-

La brújula orientó perfectamente su norte, sin presentar desviaciones.-

En las inmediaciones no se detectaron rastros de anomalías que se puedan asociar a las marcas.-

Pero de la conversación con don Osvaldo, surgió la novedad que tanto buscábamos: Al parecer, cuando las huellas fueron descubiertas, todas presentaban un color GRIS OSCURO producto de un “misterioso polvillo”, similar a cenizas, que cubría sus bordes. Al mostrarle, a modo de ejemplo, la foto de una huella con esa sustancia, no dudó en responder “afirmativamente”. Esto no es común y solamente una decena similar de estos casos tenemos en nuestro Banco de Datos sobre aterrizajes en Argentina. En un episodio posterior a los sucesos de Atalaya (1985/86) detectamos en una casa sobre la ruta N° 11, entre La Plata y Magdalena, en cercanías del arroyo El Pescado, dos huellas reverdecidas ovales/anulares, de 6 metros cada una, con una composición oscura sobre ellas, muy similar a las de Sicardi. A partir de allí y en charlas con la Dra. Irma Gamundi, directora del Instituto de Botánica “Carlos Spegazzini” de La Plata, dependiente del Museo de Ciencias Naturales, nos enteramos al realizar los análisis, que ese “misterioso polvillo” que cubría las huellas contenía ACTIVIDAD BIOLÓGICA, es decir, hongos microscópicos de los géneros PHISARUM, FUSARIUM y ALTERNARIA, y que a su vez, éstos “no producen” los comúnmente denominados ANILLOS DE HADAS ¿Cómo llegaron allí o por qué esos elementos? No lo sabemos…

Algo similar ocurrió cuando elaboramos nuestro trabajo “EL SÍNDROME DE DELPHOS”, donde justamente con la base de ese incidente establecimos una matriz para el Fenómeno Aterrizaje de ahora en más. Todo está allí y todo parte en Delphos, USA, el 2 de noviembre de 1971 con el descenso de una aeronave desconocida. Precisamente en esa localidad americana del estado de Kansas, los análisis detectaron la presencia de ÁCIDO OXÁLICO, un compuesto químico cáustico, desoxidante, que al ser corrosivo puede ocasionar irritación ocular o cutánea y revelaron organismos del género ACTINOMYCETES en el polvillo blanco de la huella encontrada. Estas bacterias hasta pueden resultar patógenas para los seres humanos y algunas de ellas se usan en la industria farmacéutica. Pero tampoco causan los “corros de brujas” producidos por el micelio subterráneo. Todo un desafío….

Hete aquí, algunas de los casos de huellas con este tipo de SUSTANCIA que hemos catalogado en Argentina, en ocasiones descriptas como “talco, polvillo, carbonilla o cenizas, de colores grisáceos o violáceos, pegajosos o grasosos y excepcionalmente, con olor a combustible”:


Caso MIRAMAR (Bs. As.) 1968

Caso ATALAYA (Bs. As.) 1985

Caso Ruta N° 11 (Bs. As.) 1986

Caso ALDEA SAN MIGUEL (Entre Ríos) 1993

Caso SIERRA DE LOS PADRES (Bs. As.) 2005

Caso ACHIRAS (Córdoba) 2008

Caso PASO DEL REY (Bs. As.) 2012

Caso GOYA (Corrientes) 2013

Caso CHASCOMÚS (Bs. As.) 2016

Caso VILLAGUAY (Entre Ríos) 2016

Un caso más significativo que otro para su análisis, pero el episodio de Paso del Rey se lleva las palmas, al tratarse de una huella HEXAGONAL perfecta sobre un piso de cemento y con sólo un 10 % de la figura sobre el pasto, también afectado y todo cubierto por esa enigmática sustancia…

Y SIGUEN LAS SORPRESAS…

Corría 1985 y en el campo de Atalaya (Bs. As.) donde se produjo EL RÉCORD MUNDIAL DE HUELLAS (150) una mañana descubrimos un hecho sorprendente: Al tocar con los dedos un manchón carbonizado de 1 metro de diámetro, situado al lado del molino, al margen del tizne, afloraron diminutas partículas sólidas en cantidades increíbles, para sorpresa de Susana González, periodista de editorial Perfil que cubría la nota. Eran LIMADURAS de metal, posiblemente hierro, que se hallaban en esa marca y que pudimos recoger una probeta entera al pasarles el imán (neodimio). A partir de entonces, en numerosos aterrizajes pudimos detectar y recolectar estos intrigantes elementos. A la ufóloga americana Linda Molton Howe, especialista en mutilaciones, en un reportaje de hace unos años, se la ve pasando un gran imán alrededor del animal “en busca de limaduras”, ya que sin dudas, le llegó nuestra versión argentina.

Y en parque Sicardi “reaparecieron” los famosos metales, recogidos por Nelson Polanco en los bordes de las 3 marcas, hecho que resulta significativo porque, a pesar de haber transcurrido casi 18 meses, con pisadas de personas, vientos, lluvias y varias pasadas de cortar el césped, aún descansaban en la tierra. Imaginen ustedes, por un instante, lo que sería la cantidad de limaduras en la época de la aparición de las huellas!!


EVALUACIÓN PRELIMINAR

El caso Sicardi no será un caso más. Por las inquietudes que dejó respecto al polvillo, por las limaduras recolectadas, por el asesoramiento continuo de nuestra Ingeniera Agrónoma Carla Andrada, y también porque lo tenemos a mano para persistir con el proceso de “seguimiento”, tarea que no siempre se puede hacer con las huellas, más aun si éstas son lejanas en la geografía. En definitiva, El Síndrome de Delphos “es un conjunto de respuestas que conforman un descenso OVNI y de todas, sólo una será la que apliquemos para la resolución del caso”. En nuestra clasificación de huellas, el caso Sicardi encuadra perfectamente en la fase 6 de las 9 establecidas en el Síndrome, que nos indica: CÍRCULO TOTAL O ANULAR,  DEL TIPO “REVERDECIDO”, CON HONGOS MICROSCÓPICOS PERIFÉRICOS (polvillo). Las investigaciones continuarán…




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