viernes, 4 de abril de 2014

LAS 45 HUELLAS EN JULIO ARDITI

                
 por Luis Burgos


Mapa
UBICACIÓN GEOGRÁFICA

La estación Bartolomé Bavio, también conocida como el pueblo de General Lucio Mansilla, donde pasó algunos años de su infancia la inolvidable Tita Merello, se encuentra enclavada entre las rutas 11 y 36 a unos 30 kilómetros al sur de la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires. Uno de sus 2000 habitantes es don Angel Gatti (68) quien tiene un campo de 40 hectáreas en la zona del poblado de Julio Arditi, 12 kilómetros al sudeste de Bavio, por el que se llega a través de un polvoriento camino de tierra. Ambos pueblos forman parte del partido de Magdalena.


SORPRESAS DE A CABALLO

Dicho predio, que alberga un plantel vacuno de 80 animales, es recorrido habitualmente por el puestero Rubén Albarracín, quien a principios de Noviembre de 2009, observa montado a caballo, “unos extraños círculos de pasto seco que nunca había visto en ese campo” y le comunica la novedad a don Gatti. Este, al comprobar dicha rareza que en los 11 años de poseer el campo JAMAS había notado, lo comenta en el Destacamento Policial de Bavio, a cargo del comisario José Alberto Bacigalupe, quien junto a los oficiales Jorge Sáenz y Carlos Gómez, toman intervención en el asunto.

LA INVESTIGACION POLICIAL

Así las cosas, la causa se encaminaba a “un probable daño a la propiedad”, ya que la inspección de la policía no descartaba nada: desde “algún ritual tipo Umbanda” a la mano dañina de alguien volcando algún tipo de herbicida en el terreno.
Lo primero que se constató fue que la hacienda NO HABIA SUFRIDO ALTERACIONES. Ningún animal faltante ni tampoco con “cortes” en sus cuerpos. Por tanto, la hipótesis del causante de las huellas circulares se volcaba al plano de la siempre enigmática presencia OVNI. De allí la noticia aparecida en los medios de prensa y que traspasó las fronteras.
Comisión policial junto a Luis Burgos
Una comisión de nuestro equipo integrado por Daniel López y Patricio J. Barrancos (FAO Buenos Aires), Eduardo Galeano (FAO Chascomús) y Miguel Peralta y Luis Burgos (FAO La Plata) fue al lugar y junto al dueño del campo don Angel Gatti, la comisión policial  antes mencionada, don Hilario Bacigalupe (policía retirado) y algunos allegados y nos abocamos a la investigación in situ.


LAS HUELLAS MISTERIOSAS

Una TREINTENA de marcas circulares y algunas casi ovales, del tipo “SECAS” (deshidratadas) y de un metro de diámetro la más chica a poco menos de cinco metros la más grande, con bordes de treinta centímetros, se distribuyen en dos zonas bien delimitadas: una hacia el lado sur del campo y la otra, alambrada y arboleda de eucaliptus mediante, hacia el lado norte. El infaltable MOLINO, nuevo polo de atracción OVNI que “descubro” (junto a los árboles de laureles) allá por la década 80, y que se suma a los tendidos de alta tensión, las vías férreas, las aguadas, los montes de eucaliptus, etc. hace las veces de divisor de las dos porciones de huellas. Al primer golpe de vista, da la impresión que las huellas del lado sur pertenecen a una data mayor en el tiempo que las del lado norte. Dentro de ése cúmulo sobresalen tres marcas que conforman lo que hemos bautizado como OCHOS: Dos aros unidos por su parte yuxtapuesta y que son una constante en los casos de huellas múltiples en Argentina desde la década del 60. Rodeando todo ese panorama de rastros, prácticamente sin viviendas próximas, tenemos una interesante laguna, la de Marchioni, a unos 2 kilómetros al norte y el cableado de alta tensión proveniente de Bavio, al sudoeste, pero ya más alejado.


LOS 5 FALTANTES LLAMATIVOS

a) Ausencia de huellas DEBAJO DE LOS ALAMBRADOS. Lo que demuestra siempre el sobrevuelo del o los objetos a un metro o metro veinte sobre el terreno, invalidando el asentamiento directo. 

b) Ausencia de UNA HUELLA MAYOR, que generalmente orilla entre 12 y
23 metros de diámetro.
c) Ausencia de HUELLAS CON FORMA DE HERRADURAS, es decir, cuando el aro no se cierra. En este suceso, todas están cerradas, tanto los anillos como las que tienden a formar un ovalo.
d)  Ausencia del famoso hongo CALVATIA LILACINA, del tipo de “Los Pitufos”, también llamado “polvera” o “esponja”. En cambio, si observamos en  la recorrida campestre los del tipo “sombreritos” o “sombrillas”.

e) Ausencia de las misteriosas LIMADURAS DE HIERRO sobre y debajo de los bordes de las marcas, que solemos “juntar” con un simple imán y que descubro allá por 1985 en los espectaculares aterrizajes de Atalaya (Bs. As).


OVNILOGIA COMPARADA

Si tenemos que tomar un caso del Fenómeno Aterrizaje con similitudes a este de Julio Arditi, surge nítidamente de nuestra memoria aquel inolvidable descenso en Navarro (Bs. As), ocurrido en 1991, y que investigamos con la FAO, junto al grupo GIFAD de Mercedes y con 60 huellas en los campos de la familia Conde.


¿OVNIS A LA VISTA?

Si bien este evento se lo puede considerar como de HUELLAS NO ASOCIADAS, es decir, donde no hay potenciales testigos de haber visto el sobrevuelo previo de OVNIS, algunos indicios dan cuenta semanas atrás, de personas que desde la laguna de Marchioni, observaron “raras luces nocturnas” hacia el campo de Gatti, atribuyéndolo a cazadores furtivos. Idéntico relato, como tantos otros en tantos años, nos manifestaban allá por 1983 en Uribelarrea (Bs. As), unos paisanos que jugando a las cartas habían detectado luces de madrugada en el campo de Parodi, donde luego quedarían impresas 42 magníficas huellas OVNI...


EL GRAN DESCUBRIMIENTO

Y como siempre sostengo, que “cada caso de aterrizaje depara nuevas sorpresas”, el presente no es la excepción a la regla. Veamos:

1) Brújula mediante y tomando un eje imaginario del sentido de distribución de las 30 marcas, TODAS se ubican de Norte a Sur o viceversa. O sea, NO HAY HUELLAS tanto hacia el lado Este como al Oeste. El causante de las mismas, sea quien fuere, se orientó siguiendo el campo magnético terrestre...

2) Los tres OCHOS que detectamos, cuyas medidas totales de ambos círculos son de 4.30 metros el más pequeño y 5.10 metros el siguiente (ambos en lado sur)  y 5.50 metros el mayor (lado norte) quedaron IMPRESOS los tres de la misma manera: en sentido NE-SO.

O sea, no hay NINGUN OCHO orientado o girado en sentido NO-SE. El elemento que provocó estos “ochos” lo hizo de la misma forma en los  tres casos...


EN EL CORAZON DE EL NIDO…

Tal como difundimos en numerosas notas  sobre “la zona caliente de los aterrizajes OVNI en el país”, donde en su interior situamos lo que denominamos EL NIDO, a modo de madriguera o  escondite, éste nuevo episodio de Julio Arditi se sitúa en pleno corazón de EL NIDO, cuyos limites bonaerenses comprenden desde el sur de La Plata hasta Punta Piedras y desde el Río de la Plata hasta la ruta n° 2. Y a tan sólo 20 kilómetros rectos al este de éstas huellas de Arditi se encuentra el famoso campo “San Luciano” del pueblo de Atalaya, donde en 1985 se produce lo que investigamos y difundimos como EL RECORD MUNDIAL DE ATERRIZAJES, con 150 marcas en sus campos, como no existe en ningún lugar del planeta. Pero a esto le sumamos de ahora en más, nuevas historias de encuentros de todo tipo con OVNIS, ya que a través de la propia policía de Bavio pudimos constatar la llamativa casuística que se viene produciendo en la región desde hace años y que no hace mas que confirmar lo que suponemos.


HIPOTESIS DE TRABAJO

a) Aterrizajes múltiples: Si bien desconocemos el número de objetos causantes de las marcas, ya que un mismo objeto puede causar  más de una huella, la experiencia de campo nos indica que “al menos más de uno, fueron los objetos intervinientes y que encasillan este caso de descenso como MULTIPLE (10, 20, 30, 50 o 100 rastros), al igual que las decenas de eventos producidos anteriormente en “la zona caliente de aterrizajes argentinos”, donde este efecto se produce solamente allí  y no en otros sitios fuera del área de exclusión (ver nota “El Nido Argentino”)

b) Sobrevuelo: A pesar de no haberse detectado ninguna huella “debajo de los alambrados”, lo que indicaría el sobrevuelo del o los   objetos a 1 metro o 1.20 metros sobre el terreno, es de suponer que los causantes de las marcas siguieron ésa constante. Es casi imposible el contacto directo de la parte inferior del objeto con la superficie en el 99,9 % de los casos. En Arditi, en algunas huellas quedaron cardos intactos en los bordes y en el interior, sin ningún tipo de alteraciones.

Cristian Salvatierra marcando las huellas
c) Huellas del tipo “secas”: Solamente suposiciones se pueden hacer al entrar en este terreno. Sin dudas que el flujo emisor del objeto es el que deshidrató el pasto del campo en forma circular (¿radiación fría?) y con diferentes diámetros, casi con seguridad por la variación de la altura de los sobrevuelos, pero al ser una fuente desconocida ignoramos el verdadero elemento utilizado. Con las huellas de efecto inverso, o sea, las “reverdecidas”, por ejemplo, tenemos un caso testigo que es el de Uribelarrea (Bs. As): Los Parodi, luego de trabajar todo el día, se durmieron a las 00.45 horas y se levantaron a realizar las tareas del campo a las 06.00 horas como lo suelen hacer diariamente. La mañana amaneció totalmente cubierta de una espesa niebla que se despejó recién pasadas las 10.00 horas. Cuando recorren los primeros metros del terreno, comienzan a observar decenas de misteriosos círculos “reverdecidos” con diámetros entre los 3 y 23 metros, los más grandes. Muchos de ellos tenían hongos del género Calvatia en sus bordes, de unos 20 centímetros de altura. Contabilizaron 42 huellas que no salían de su propio campo. Esa mañana, estuvieron sin saberlo, frente a UN PROCESO TOTALMENTE ACELERADO DE FOTOSINTESIS!!! ¿Cómo se produjo entonces sin haber recibido un solo rayo de Sol? ¿Qué elemento “artificial” lo causó? ¿Paneles solares? ¿De quienes?


ANALISIS DE LAS HUELLAS

Los análisis computarizados de las huellas (aquí debajo) no arrojaron indicios relevantes en su superficie o debajo de ella, como ha ocurrido en otros incidentes, a saber: sectores carbonizados, concentraciones de hierro a modo de limaduras, elementos químicos, etc.


Foto de huella analizada

LAS INVESTIGACIONES PROSIGUEN

Una nueva y minuciosa investigación en el campo de don Angel Gatti nos permitió incrementar el panorama casuístico que detectamos en la primera etapa. Junto a Nelson Polanco, David Ruiz y Cristian Salvatierra (FAO La Plata) pudimos constatar lo siguiente:

a) El número exacto de marcas asciende a 44 huellas del tipo “deshidratadas” y UNA SOLA del tipo “reverdecida”, sin hongos y ubicada en el predio sur y hacia el este del campo. Sus medidas son
3.50 metros de diámetro con un inusual borde de 60 centímetros. Por lo tanto, el número total de huellas se eleva a 45, todas supervisadas y marcadas al estilo “banderitas”...

b) Hacia el lado norte, el conjunto de marcas contiene 13 huellas, mientras que la mayor concentración resulta hacia el lado sur, con 32 de las mismas. Ver semejante panorama desde lo más alto del molino es verdaderamente impactante a los ojos.

c) De ahora en más, cualquier marca “no clasificada” corresponderá a un nuevo acercamiento al campo de Gatti del elemento causante…

d) El 90 % de las huellas mantiene el sentido de orientación Norte-Sur, excepto 6 marcas que se alejan individualmente hacia el este y el oeste. Esta constante de huellas aisladas del grupo se repite en la mayoría de los descensos múltiples y a este tipo de rastros se los puede catalogar como “de avanzada” o “exploradores” o “custodias”.

e) La señora Celestina N, cuya vivienda la ubicamos a un kilómetro al este del terreno afectado, detectó una noche de Septiembre, “una gran luminosidad sobre el campo de Gatti ”, extrañeza que la indujo a comentar posteriormente la visión a su hija.

f) El OTRO DESCUBRIMIENTO: Si unimos “imaginariamente” una recta de 50 kilómetros exactos entre las localidades de Atalaya (campo de las 150 huellas) y Ferrari (mas de un centenar de huellas en puente del río Samborombón), pasando por el campo de Gatti en Arditi, nos encontramos ASOMBROSAMENTE que en ésa franja “exclusiva” se concentran nada menos que CASI 350 HUELLAS!!! sin enumerar los otros sitios de EL NIDO con descensos múltiples, como Chascomús, Jeppener, arroyo El Pescado en ruta 11 y Punta Piedras...

g) Como hecho sugestivo y a tener en cuenta en futuras investigaciones de campo, vuelve a presentarse en el entorno del descenso, UNA TAPERA (precaria vivienda abandonada), rareza que se viene sumando en numerosos casos de aterrizajes o cuasi-aterrizajes OVNI y que vislumbramos junto al grupo GIFAD allá por 1991.

h)
La Policía del Destacamento de Bartolomé Bavio continuó trabajando en el SUMARIO y cada vez son mas los testimonios que van saliendo a la luz. Las investigaciones de la FAO prosiguen. Señores de la Universidad Nacional de La Plata que dictaminaron: “¡¡son hongos!!” sin haberse acercado a investigar, sería saludable que vayan al campo, caminen, indaguen, hablen con la gente y luego refuten.