Continuando
con el “proceso de seguimiento” de huellas producidas “supuestamente” por el
descenso de OVNIS, un equipo de nuestra agrupación integrado por NELSON POLANCO
y LUIS BIANCHI (FAO La Plata), junto a ESTEBAN DYLAN (FAO Claypole, Bs. As.) se
apersonó durante el mes de abril del 2022, nuevamente en el predio donde se
encontraban las tres extrañas marcas debidamente estudiadas e investigadas a
fines del pasado año por LUCIA LÓPEZ, NELSON POLANCO y LUIS BURGOS junto al sr.
Osvaldo, propietario del establecimiento.
Transcurridos seis meses desde aquella ocasión, el relevamiento resultó una gran sorpresa, ya que las tres marcas habían adquirido una coloración más oscura en sus bordes al tiempo que se hallaban cubiertas de “una sustancia negruzca, similar al hollín, que hacía tiznar las manos”… este fenómeno, a decir por don Osvaldo, ya se había producido apenas fueron descubiertas las mismas, luego con los meses se tornaron de color verde oscuro, desapareciendo la sustancia y nuevamente ahora volvió a manifestarse.
Lo
interesante implicaba, a priori, “una cobertura de la vegetación de los bordes
perimetrales proveniente desde extremos superiores y no inferiores, o sea,
aflorando desde tierra”. Este hecho nos retrotrae a las sabias palabras de la
Dra. Irma Josefa Gamundi, directora del Instituto de Botánica “Carlos
Spegazzini” dependiente del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, que más de
una vez me remarcó: “Esa sustancia grisácea o negruzca, semejante a polvillo
contiene hongos microscópicos de diferentes géneros en su interior, es decir,
elementos biológicos”…
¿Cómo se entiende esto o se encuadra dentro de un supuesto aterrizaje OVNI, con marcas NO PRODUCIDAS por el típico Calvatia Lilacina, generador de los famosos y polémicos ANILLOS DE HADAS o CORROS DE BRUJAS”? En los casi dos años que llevan los tres rastros (invierno del 2020), sin agrandarse un centímetro, jamás afloraron hongos en superficie y por si fuera poco, significativamente recolectamos, al igual que en otros casos, una cantidad interesante de “limaduras de hierro” en sus bordes…
Sea lo que fuere lo que causó las curiosas marcas, tenemos la ventaja, que muy pocas veces tiene el investigador de campo, de continuar con el seguimiento de las mismas en el tiempo y es allí donde las respuestas aflorarán. EL SÍNDROME DE DELPHOS de parabienes… las investigaciones continúan.-
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