miércoles, 24 de febrero de 2016

“ILUMINADOS POR EL CIELO”

Por Luis Burgos


INTRODUCCIÓN

Si de meteoros se trata no me voy a cansar de repetir que los mejores que observé en mi largo peregrinar de vigilias e investigaciones OVNI los presencié en la provincia de Entre Ríos. Espectaculares y fulgurantes piedras del espacio de bellísimo color verde esmeralda desintegrándose en plena noche tachonada de estrellas es algo único, pero también mágico. Aquel ufólogo o apasionado del tema que ha realizado o realiza salidas nocturnas sabe perfectamente a lo que me refiero. Casi todas las jornadas de observación tienen sus encantos y sorpresas inimaginables. Solamente levantar la vista y poner en contacto nuestros ojos con el Universo ya es algo difícil de explicar y más aún si hacemos un profundo e íntimo acto de estar unos minutos u horas despojados de todo ese ruido terrenal de cemento que nos agobia las 24 horas y que nos hace envidiar a la gente de campo que tienen todo el cielo para ellos y saben perfectamente los misterios que en él se encierran.


UNA CASUISTICA METEORICA

Sin entrar de lleno a una tabulada astronómica sabemos perfectamente la admiración que nos causa cuando detectamos la hermosa caída de una “estrella fugaz” que tan sólo tiene el tamaño de un grano de arroz o una bolita. En cambio cuando su grosor lo asociamos a una pelota de tenis o una naranja el espectáculo obviamente será mucho mayor y presenciaremos el paso y desintegración de la roca espacial como algo dantesco por luminosidad y color, tal como ocurrió años atrás en Rusia o en 2008 en Canadá donde se lograron excelentes filmaciones desde diferentes posiciones. Ni hablar si se trata de una “formación meteórica” que se va disgregando ya que se asemeja a una verdadera flotilla de OVNIS, como sucedió en Chile 2014. En ocasiones y según el ángulo de entrada a la atmósfera estos visitantes suelen ser duraderos y hasta pueden producir silbidos o zumbidos a su paso y en más de una oportunidad se han llegado a percibir explosiones tanto en alta atmósfera como en aproximaciones a tierra. En todos los casos, cuando más testigos haya en apartados puestos observacionales será mejor para una mayor comprensión de estos sucesos.  Por ejemplo, La Pampa es una de las provincias argentinas que contiene una magnífica casuística meteórica como la que mencioné. Ya cuando se estrellan en superficie el panorama cambia totalmente y tenemos la pieza lista para ser estudiada, como ocurre en Campo del Cielo (Chaco), un lugar único en el mundo y que tuve la suerte de poder visitar en 2012 y quedar perplejo ante aquel viaje inolvidable de abrazar a “Chaco”, el famoso y apetecible meteorito de 37.000 kilos, orgullo de todos los argentinos  (ver en www.luisburgosovni.blogspot.com.ar mi trabajo “El Parque Encantado”).

CUANDO LA NOCHE SE HACE DIA

En más de una oportunidad, los testigos nos han relatado “que repentinamente la noche se hizo de día” o que al paso de un misterioso objeto volador quedaron totalmente iluminados. Y entonces la pregunta surge sola: ¿Meteorito u OVNI? En ambos casos, la cobertura territorial es abarcativa y se logran divisar paisajes del entorno, como alambrados, montes, animales, etc. porque la luminosidad proveniente de las alturas así lo permite. Aún así tenemos casos de OVNIs que lanzan “haces de luz” a tierra y el cono proyectado se reduce a un espacio limitado. Idéntica situación producen los helicópteros de noche. Pero acá entra en juego algo sumamente importante: la altura del elemento provocador de la luz, ya que de hecho ésta tendría que ser relativamente baja para iluminar solamente ciertos sectores de la superficie.




RECORRIENDO EL NIDO

Punta Piedras comprende la punta norte de la Bahía Samborombon, enclavada en la costa este bonaerense. Desde aquel primer viaje de 1991 hasta nuestros días, donde cumplimos las BODAS DE PLATA con la región, no dejamos de concurrir con nuestro equipo de la FAO, ya que “descubrimos” ufológicamente hablando un sitio clave dentro de lo que denomino EL NIDO ARGENTINO, a punto que son asiduos los viajes de investigadores y apasionados al tema que se trasladan a investigar la región. Y año tras año nos sigue deparando sorpresas para todos los gustos: nuevos testimonios de avistamientos, presencia de OSNIs, seguimientos de Sondas luminosas a automovilistas, extrañas captaciones fotográficas, huellas del tipo “reverdecidas” en la playa, etc. Desde la zona de Atalaya, pasando por Magdalena y Punta Indio todo el litoral costero, campos incluidos, alberga una casuística asombrosa que se remonta desde las décadas del siglo pasado. Pero aún faltaba “la frutilla del postre”…

UNA MAGICA VIGILIA

Alertados por nuevas huellas zonales de presuntos aterrizajes OVNI emprendimos un nuevo viaje. Quizás el número 70, 80 o 90 de los últimos 25 años, vaya uno a saber. La tarde del sábado 20 de Enero, luego de algunas entrevistas y supervisiones en la playa, nos instalamos en el claro del monte que habitualmente concurrimos. Equipos fotográficos y de video listos y binoculares en mano atentos a cualquier situación. Con esplendorosa Luna Creciente lista a dar paso a la fase Llena, la noche iba transcurriendo con algunas estrellas fugaces, satélites por doquier, algún enigmático Iridium destellando fugazmente y la infaltable actuación de LUCI para deleite de los que la venimos investigando desde 1986. Pero a las 22.58 horas todo el panorama cambió: Un elemento volador proveniente desde el Río de La Plata y a gran velocidad hacia el interior provincial nos iluminó totalmente como un reflector desde las alturas y nos llenó de dudas y conjeturas de todo tipo. Lo primero que se nos vino a la mente fue el paso de un BÓLIDO METEÓRICO. Casi con seguridad que en un 90 % de las probabilidades haya sido eso ¿Y el restante 10 %? Lo segundo fue que por la magnitud del evento estaríamos ante una OBSERVACIÓN MASIVA. Pensamos que seguramente habría sido visto por el resto de las personas que pescaban o pernoctaban en la zona o en Punta Indio o en Verónica y porque no, desde los barcos río adentro hasta la mismísima costa uruguaya con su capital Montevideo que deja ver su luminosidad.



EN BUSCA DEL 10% PERDIDO

Al momento de las evaluaciones podemos esbozar algunos ítems muy llamativos, como ser:

A: Nadie se percató del paso del intruso!!! Los veraneantes del lugar, ubicados en otro sector del monte pero a tan sólo 150 metros de nuestra posición, con sus carpas y automóviles. NO VIERON ABSOLUTAMENTE NADA. Pasaron los días y tampoco recibimos denuncias ni noticias de otros sitios vecinos… es decir, se cayó la hipótesis de una “observación masiva”. El fenómeno se centralizó pura y exclusivamente en todo su recorrido en una estrecha franja de este a oeste.



B: El ingreso de entrada a la atmósfera debió hacer sido prácticamente HORIZONTAL ya que así lo demostró en su extenso vuelo hasta desaparecer a la distancia a unos 40º. Ni caída libre ni parabólica. Hipótesis de trabajo: ¿Y si emergió del río?



C: Ninguno de los integrantes del grupo FAO percibió silbido o zumbido alguno!!! O sea, el cuerpo volador, a pesar de su gran velocidad NO PRODUJO EFECTO SÓNICO ni mucho menos rompió la barrera del sonido como muchos meteoros lo han hecho ¿Cómo es posible semejante vuelo tan bajo en COMPLETO SILENCIO?

D: Tal vez el punto más significativo. LA ILUMINACIÓN A TIERRA. Al no haberse divisado bifurcación de la luz a su paso, todo se limitó a una hipotética franja de tan sólo 30 a 40 metros. Ese es el sector que “nos ilumina desde arriba a medida que avanza”. Y esto de por sí nos da la pauta de la MUY BAJA ALTURA que llevaba!!! Solamente el grupo FAO fue literalmente enfocado por esa gigantesca linterna nocturna. Si hubiésemos estado a unos 150 o 200 metros de allí nos convertíamos en testigos cercanos de la manifestación… PERO ESTO LO VIVIMOS DESDE ABAJO!!! ¿A que altitud sobrevoló realmente ese bólido sobre nuestras cabezas para provocar dicho efecto de luz? ¿Comportamiento INTELIGENTE? ¿Control de fotones o algo similar?  

F: Para concluir esta inédita experiencia, podemos afirmar que el arrumbamiento también fue inusual y que sale del patrón común de la típica desintegración meteórica. DOS LUCES PEQUEÑAS Y JUNTAS, colores blanco amarillento, se dejaron ver perdiéndose al oeste antes de su desaparición. Lo más parecido para ejemplificar sería “un avión a la distancia al que le distinguimos sólo dos luces según su posición de vuelo”.



G: Hipótesis de trabajo: ¿Porqué a nosotros, solitarios espectadores de lujo en medio de la espesura de un monte próximo a la playa y plagado de misterios? ¿Casualidad? ¿Una señal? ¿Un experimento aire-aire o agua-aire? Muchas preguntas… pocas respuestas.


EPILOGO

Sin dudas, ALGO MUY EXTRAÑO sucedió en Punta Piedras la noche del 20 de Enero de 2016 y fuimos protagonistas directos de los hechos que quedarán grabados para siempre en nuestras retinas. Acto seguido levantamos los equipos y emprendimos el regreso con la mente puesta “en eso”. Ya no había más nada por ver ni hacer ni agregar. Habíamos tocado el cielo con las manos y personalmente lo pude hacer luego de CASI CINCO DÉCADAS de investigaciones de campo ¿Quién tiene la dicha de ser iluminado por un meteorito? Muy pocos… Afortunadamente ya estamos dentro de ese cúmulo galáctico.-