Por Luis Burgos
INTRODUCCIÓN
Si de meteoros se trata no me voy a cansar
de repetir que los mejores que observé en mi largo peregrinar de vigilias e
investigaciones OVNI los presencié en la provincia de Entre Ríos.
Espectaculares y fulgurantes piedras del espacio de bellísimo color verde
esmeralda desintegrándose en plena noche tachonada de estrellas es algo único,
pero también mágico. Aquel ufólogo o apasionado del tema que ha realizado o
realiza salidas nocturnas sabe perfectamente a lo que me refiero. Casi todas
las jornadas de observación tienen sus encantos y sorpresas inimaginables.
Solamente levantar la vista y poner en contacto nuestros ojos con el Universo
ya es algo difícil de explicar y más aún si hacemos un profundo e íntimo acto
de estar unos minutos u horas despojados de todo ese ruido terrenal de cemento
que nos agobia las 24 horas y que nos hace envidiar a la gente de campo que
tienen todo el cielo para ellos y saben perfectamente los misterios que en él
se encierran.
UNA CASUISTICA METEORICA
Sin entrar de lleno a una tabulada
astronómica sabemos perfectamente la admiración que nos causa cuando detectamos
la hermosa caída de una “estrella fugaz” que tan sólo tiene el tamaño de un
grano de arroz o una bolita. En cambio cuando su grosor lo asociamos a una
pelota de tenis o una naranja el espectáculo obviamente será mucho mayor y
presenciaremos el paso y desintegración de la roca espacial como algo dantesco
por luminosidad y color, tal como ocurrió años atrás en Rusia o en 2008 en
Canadá donde se lograron excelentes filmaciones desde diferentes posiciones. Ni
hablar si se trata de una “formación meteórica” que se va disgregando ya que se
asemeja a una verdadera flotilla de OVNIS, como sucedió en Chile 2014. En
ocasiones y según el ángulo de entrada a la atmósfera estos visitantes suelen
ser duraderos y hasta pueden producir silbidos o zumbidos a su paso y en más de
una oportunidad se han llegado a percibir explosiones tanto en alta atmósfera
como en aproximaciones a tierra. En todos los casos, cuando más testigos haya
en apartados puestos observacionales será mejor para una mayor comprensión de
estos sucesos. Por ejemplo, La Pampa es una de las provincias argentinas que
contiene una magnífica casuística meteórica como la que mencioné. Ya cuando se
estrellan en superficie el panorama cambia totalmente y tenemos la pieza lista
para ser estudiada, como ocurre en Campo del Cielo (Chaco), un lugar único en
el mundo y que tuve la suerte de poder visitar en 2012 y quedar perplejo ante
aquel viaje inolvidable de abrazar a “Chaco”, el famoso y apetecible meteorito
de 37.000 kilos, orgullo de todos los argentinos (ver en www.luisburgosovni.blogspot.com.ar
mi trabajo “El Parque Encantado”).
CUANDO LA NOCHE SE HACE DIA
En más de una oportunidad, los testigos
nos han relatado “que repentinamente la noche se hizo de día” o que al paso de
un misterioso objeto volador quedaron totalmente iluminados. Y entonces la
pregunta surge sola: ¿Meteorito u OVNI? En ambos casos, la cobertura
territorial es abarcativa y se logran divisar paisajes del entorno, como
alambrados, montes, animales, etc. porque la luminosidad proveniente de las
alturas así lo permite. Aún así tenemos casos de OVNIs que lanzan “haces de
luz” a tierra y el cono proyectado se reduce a un espacio limitado. Idéntica
situación producen los helicópteros de noche. Pero acá entra en juego algo
sumamente importante: la altura del elemento provocador de la luz, ya que de
hecho ésta tendría que ser relativamente baja para iluminar solamente ciertos
sectores de la superficie.
RECORRIENDO EL NIDO
Punta Piedras comprende la punta norte de la Bahía Samborombon , enclavada en la
costa este bonaerense. Desde aquel primer viaje de 1991 hasta nuestros días,
donde cumplimos las BODAS DE PLATA con la región, no dejamos de concurrir con
nuestro equipo de la FAO , ya que
“descubrimos” ufológicamente hablando un sitio clave dentro de lo que denomino
EL NIDO ARGENTINO, a punto que son asiduos los viajes de investigadores y
apasionados al tema que se trasladan a investigar la región. Y año tras año nos
sigue deparando sorpresas para todos los gustos: nuevos testimonios de avistamientos,
presencia de OSNIs, seguimientos de Sondas luminosas a automovilistas, extrañas
captaciones fotográficas, huellas del tipo “reverdecidas” en la playa, etc.
Desde la zona de Atalaya, pasando por Magdalena y Punta Indio todo el litoral
costero, campos incluidos, alberga una casuística asombrosa que se remonta
desde las décadas del siglo pasado. Pero aún faltaba “la frutilla del postre”…
UNA MAGICA VIGILIA
Alertados por nuevas huellas zonales de
presuntos aterrizajes OVNI emprendimos un nuevo viaje. Quizás el número 70, 80
o 90 de los últimos 25 años, vaya uno a saber. La tarde del sábado 20 de Enero,
luego de algunas entrevistas y supervisiones en la playa, nos instalamos en el
claro del monte que habitualmente concurrimos. Equipos fotográficos y de video listos
y binoculares en mano atentos a cualquier situación. Con esplendorosa Luna
Creciente lista a dar paso a la fase Llena, la noche iba transcurriendo con
algunas estrellas fugaces, satélites por doquier, algún enigmático Iridium
destellando fugazmente y la infaltable actuación de LUCI para deleite de los
que la venimos investigando desde 1986. Pero a las 22.58 horas todo el panorama
cambió: Un elemento volador proveniente desde el Río de La Plata y a gran velocidad hacia el interior
provincial nos iluminó totalmente como un reflector desde las alturas y nos
llenó de dudas y conjeturas de todo tipo. Lo primero que se nos vino a la mente
fue el paso de un BÓLIDO METEÓRICO. Casi con seguridad que en un 90 % de las
probabilidades haya sido eso ¿Y el restante 10 %? Lo segundo fue que por la
magnitud del evento estaríamos ante una OBSERVACIÓN MASIVA. Pensamos que
seguramente habría sido visto por el resto de las personas que pescaban o
pernoctaban en la zona o en Punta Indio o en Verónica y porque no, desde los
barcos río adentro hasta la mismísima costa uruguaya con su capital Montevideo
que deja ver su luminosidad.
EN BUSCA DEL 10% PERDIDO
Al momento de las evaluaciones podemos
esbozar algunos ítems muy llamativos, como ser:
A: Nadie se percató del paso del
intruso!!! Los veraneantes del lugar, ubicados en otro sector del monte pero a
tan sólo 150 metros de nuestra
posición, con sus carpas y automóviles. NO VIERON ABSOLUTAMENTE NADA. Pasaron
los días y tampoco recibimos denuncias ni noticias de otros sitios vecinos… es
decir, se cayó la hipótesis de una “observación masiva”. El fenómeno se
centralizó pura y exclusivamente en todo su recorrido en una estrecha franja de
este a oeste.
B: El ingreso de entrada a la atmósfera
debió hacer sido prácticamente HORIZONTAL ya que así lo demostró en su extenso
vuelo hasta desaparecer a la distancia a unos 40º. Ni caída libre ni
parabólica. Hipótesis de trabajo: ¿Y si emergió del río?
C: Ninguno de los integrantes del grupo
FAO percibió silbido o zumbido alguno!!! O sea, el cuerpo volador, a pesar de
su gran velocidad NO PRODUJO EFECTO SÓNICO ni mucho menos rompió la barrera del
sonido como muchos meteoros lo han hecho ¿Cómo es posible semejante vuelo tan
bajo en COMPLETO SILENCIO?
D: Tal vez el punto más significativo. LA ILUMINACIÓN A TIERRA. Al no
haberse divisado bifurcación de la luz a su paso, todo se limitó a una
hipotética franja de tan sólo 30 a 40 metros . Ese es el sector que “nos ilumina
desde arriba a medida que avanza”. Y esto de por sí nos da la pauta de la MUY BAJA ALTURA que
llevaba!!! Solamente el grupo FAO fue literalmente enfocado por esa gigantesca
linterna nocturna. Si hubiésemos estado a unos 150 o 200 metros de allí nos convertíamos en
testigos cercanos de la manifestación… PERO ESTO LO VIVIMOS DESDE ABAJO!!! ¿A
que altitud sobrevoló realmente ese bólido sobre nuestras cabezas para provocar
dicho efecto de luz? ¿Comportamiento INTELIGENTE? ¿Control de fotones o algo
similar?
F: Para concluir esta inédita experiencia,
podemos afirmar que el arrumbamiento también fue inusual y que sale del patrón
común de la típica desintegración meteórica. DOS LUCES PEQUEÑAS Y JUNTAS,
colores blanco amarillento, se dejaron ver perdiéndose al oeste antes de su
desaparición. Lo más parecido para ejemplificar sería “un avión a la distancia
al que le distinguimos sólo dos luces según su posición de vuelo”.
G: Hipótesis de trabajo: ¿Porqué a
nosotros, solitarios espectadores de lujo en medio de la espesura de un monte
próximo a la playa y plagado de misterios? ¿Casualidad? ¿Una señal? ¿Un
experimento aire-aire o agua-aire? Muchas preguntas… pocas respuestas.
EPILOGO
Sin dudas, ALGO MUY EXTRAÑO sucedió en
Punta Piedras la noche del 20 de Enero de 2016 y fuimos protagonistas directos
de los hechos que quedarán grabados para siempre en nuestras retinas. Acto
seguido levantamos los equipos y emprendimos el regreso con la mente puesta “en
eso”. Ya no había más nada por ver ni hacer ni agregar. Habíamos tocado el
cielo con las manos y personalmente lo pude hacer luego de CASI CINCO DÉCADAS
de investigaciones de campo ¿Quién tiene la dicha de ser iluminado por un meteorito?
Muy pocos… Afortunadamente ya estamos dentro de ese cúmulo galáctico.-