Por Luis Burgos
(FAO-ICOU)
INTRODUCCIÓN
Una nueva incursión
OVNI en pleno corazón de EL NIDO ARGENTINO, esa zona que llamo así por ser el
sitio del país donde más HUELLAS DE ATERRIZAJES OVNI (500) se
han producido y producen, a lo largo de las últimas siete décadas. Virtualmente
comprende desde el sur de La Plata hasta la bahía Samborombón, y desde la RP 2 hasta
la costa ribereña. Precisamente, en uno de los campos de Atalaya, partido de
Magdalena (Bs. As), tenemos EL RÉCORD MUNDIAL DE ASENTAMIENTOS (150) con los
famosos casos ocurridos entre 1985 y 1986.
ANTECEDENTES
Entre los poblados de
Julio Arditi, Bartolomé Bavio y Roberto Payró, atrapados entre las rutas 11 y
36, los cuales recorremos permanentemente, hemos localizado no solamente marcas
en el terreno y testimonios oculares, sino también extrañas mutilaciones de
ganado y “casualmente” la zona de este
nuevo incidente se sitúa allí, prácticamente pegada a un campo donde hace ya 11
años investigamos un significativo
aterrizaje OVNI, con rastros en la superficie…
Nos viene a nuestro
recordatorio, el toro pampa mutilado en un camino vecinal de Roberto Payró, o
la vaca del arroyo Las Loras, que le hicimos un seguimiento de su
descomposición durante meses…
Julio Arditi es un
pequeño poblado ubicado a 12 kilómetros al sudeste de Bartolomé Bavio, otro pueblo cercano y
donde vive don Ángel Gatti (79), quien
tiene un campo de 56 hectáreas, con ganado, en Arditi, por el que se llega a
través de un polvoriento camino de tierra. A principios de noviembre de 2009,
dicho predio era recorrido habitualmente por el puestero Rubén Albarracín,
quien montado a caballo observa “unos extraños círculos de
pasto seco que nunca había visto en ese campo” y le comunica la novedad a don
Gatti. Éste, al comprobar dicha rareza que en años de poseer el campo JAMÁS
había notado, lo comenta en el Destacamento Policial de Bavio, a cargo por
entonces del comisario José Alberto Bacigalupe, quien junto a los oficiales
Jorge Sáenz y Carlos Gómez, toman intervención en el asunto.
Así las cosas, la causa se
encaminaba a “un probable daño a la propiedad”, ya que la inspección de la
policía no descartaba nada: desde “algún ritual” a la mano dañina de alguien
volcando algún tipo de herbicida en el terreno. Lo primero que se constató fue
que la hacienda NO HABÍA SUFRIDO ALTERACIONES. Ningún animal faltante ni
tampoco con “cortes” en sus cuerpos. Por tanto, la hipótesis del causante de
las huellas circulares se volcaba al plano de la siempre enigmática presencia
de OVNIs. De allí la noticia aparecida en los medios de prensa y que traspasó
las fronteras.
La investigación in situ de
la FAO concluida en la época, nos mostraba 45 HUELLAS del tipo “deshidratadas”,
con diámetros de uno a cinco metros y formatos circulares y ovales, con bordes
de 30 centímetros. Tampoco faltaban los típicos OCHOS (dos círculos unidos).
Pero lo realmente significativo del caso era que se distribuían en dos zonas
bien delimitadas: Una hacia el lado sur del campo (con 32 huellas) y la otra,
alambrada y arboleda de eucaliptus mediante, hacia el lado norte (con 13
huellas) como siguiendo una diagonal imaginaria Norte-Sur. El infaltable
“molino” (nuevo polo de atracción OVNI que “descubro” junto a los árboles de
laureles, allá por la década 80), hacía las veces de divisor de las dos porciones
de huellas. Rodeando todo ese panorama de rastros, prácticamente sin viviendas
próximas, tenemos una interesante laguna, la de Marchioni, a menos de dos
kilómetros al norte.
EL ÚLTIMO CASO
Nuestro correponsal Lucas
Guarella (FAO Magdalena), tomó conocimiento que un allegado había tenido
recientemente una experiencia OVNI en su campo, precisamente en la localidad de
Julio Arditi. Así las cosas, y por motivos de la cuarentena, al no poder
trasladarse al lugar a realizar la correspondiente investigación, nos refiere
el suceso que le narró el propio testigo:
“J.G se encontraba solo, el
lunes 1° de junio de este año, en el campo de su padre, haciendo las tareas
habituales en la vivienda, cuando a eso de las 23:00 Hs., antes de emprender el
regreso hacia Magdalena, sale al exterior y nota un extraño cuerpo ESFÉRICO de
color naranja, con una base celeste debajo, flotando por sobre una arboleda
cercana. El objeto se hallaba suspendido y en completo silencio. El testigo, no
salía de su asombro por lo que veía a pocos metros de la casa. Al cabo de unos
minutos, el OVNI comienza a alejarse lentamente y se pierde en la lejanía sin
realizar movimientos bruscos. Se ignora el tiempo que pudo haber estado
merodeando el lugar antes de su detección. Cuando pueda trasladarme al sitio,
así lo haré para constatar si hubo alguna anomalía en el entorno donde se
movilizo el aparato…”
EPÍLOGO
Un caso más, muy curioso
incluso por su cromatismo, que queda a la espera de ser investigado in situ y
que se suma a una seguidilla de denuncias de un tiempo a esta parte en nuestro
país. EL NIDO, región preferida por el Fenómeno OVNI para realizar sus
propósitos, ubicado a menos de 100 kilómetros de la Capital Federal. Lugar como
pocos, si los hay…