martes, 15 de noviembre de 2016

9º Observatorio Cielo ICOU

En esta nueva vigilia, el 9º Observatorio Cielo ICOU, la Fundación Argentina de Ovnilogía decidió reunirse en un campo situado entre las rutas 11 y 36, donde años atrás se encontraran 45 huellas OVNI.
Participaron de esta velada miembros de FAO Buenos Aires, FAO Magdalena y FAO La Plata.
Éramos 11 personas distribuidas en cuatro autos. Partimos en tándem desde ruta 36 y calle 70, lugar donde se yergue una frondosa arboleda de eucaliptos. FAO La Plata hizo punta en la caravana para guiar a quienes no conocían la zona.

Llegamos al campo al que se accede por un largo camino de tierra, siendo aproximadamente las 18:30 Hs, con un cielo totalmente límpido y la suficiente luz diurna como para realizar el necesario reconocimiento de terreno. Ubicamos nuestros vehículos en los alrededores, dejando una zona libre para la observación.

La hora azul se estaba cerniendo sobre nosotros. Un pequeño resplandor del sol, ya oculto, todavía se vislumbraba en el horizonte, cuando se pudo divisar un atisbo de tormenta acercándose. 
La noche llegó. Pero “el farol de los gauchos”, casi entrando en su fase de mayor luminiscencia, nos permitió movilizarnos por el lugar sin necesidad de utilizar linternas, aunque tanta claridad nos impidió visualizar claramente las estrellas, o algún fenómeno poco habitual, porque ésta las eclipsaba. La “superluna” se había visto por última vez en el año 1948 y volverá a verse así en el 2034.



Los amigos de Magdalena llegaron con un poco de atraso porque el acceso al lugar desde dicha localidad, se realiza por otra ruta.



La ISS, con una magnitud de -2.6°, hizo su aparición desde el SO a las 21:35, tal como estaba previsto por la NASA.

La supuesta lluvia de estrellas anunciada para esta noche también se vio empobrecida, casi nula, ante el esplendor de Selene.



Siendo aproximadamente las 23:00 Hs observamos a LUCI emitiendo dos destellos a un lado de Las Tres Marías, cercana a Betelgeuse.


Con el correr de las horas aquella lejana tormenta se fue acercando, cubriendo el cielo parcialmente, en principio, hasta casi impedirnos la visibilidad llegando a la media noche. Por tal cuestión decidimos abandonar el lugar, dado que nos encontrábamos a unos 20 Km. de la ruta asfaltada.