Por Luis Burgos (FAO-ICOU)
INTRODUCCION
Uno de los mayores problemas que
enfrentamos los ufólogos cuando de casuística se trata, son los ocurridos donde
entra en juego el polémico Fenómeno de MISSING TIME. Y ello se nos presenta
mayoritariamente en los sucesos de TELETRANSPORTACIONES. Algo similar ocurre
con las ABDUCCIONES. Y allí, tanto en
unas como en otras, el o los testigos manifiestan un lapso de “tiempo perdido”,
que según las investigaciones y estudios posteriores se podría recuperar total
o parcialmente, pero también existe la posibilidad que ello no ocurriese NUNCA.
Todo indicaría que la INTELIGENCIA RECTORA afecta y controla una parte de
nuestro cerebro a voluntad y deja recordar lo que ella quiere. Al menos eso es lo
que se deja entrever cuando se nos presentan estas situaciones…
LOS INCIDENTES ARGENTINOS
Una veintena de teletransportaciones
engrosan nuestro BANCO DE DATOS de 5.500 casos 1947-actualidad, es decir, tan
sólo el 0,5 % de las denuncias es lo que ha manifestado el Fenómeno OVNI en
nuestro país. Aun así, y por contener
detalles asombrosos, algunos puntos resultan por demás significativos para su
análisis. Por ejemplo el 80 % de los registros han acontecido en horas NOCTURNAS.
Asimismo van acompañados de ciertas ANOMALIAS previas, como ser: relámpagos en
noches estrelladas, espesa niebla en la ruta, lluvia inusual en un sector del
camino, flashes en el cielo u observación de objeto luminoso con ventanillas a
manera de TREN posado en las proximidades. Durante los hechos, el testigo puede
presentar cansancio o somnolencia y posteriormente pesadillas y aparición de
marcas corporales. En lo que se refiere al aspecto CROMATICO, habría una
preferencia hacia la LUZ VIOLACEA al momento del encuentro y si bien estos se
localizan en distintas provincias argentinas, dos rutas bonaerenses sobresalen
del resto: La Nº 5, en el tramo que va desde el oeste bonaerense hasta acercándonos
a la capital pampeana Santa Rosa, previo paso por Catriló, la enigmática
Lonquimay, La Gloria, Uriburu y Anguil, como así también la sureña Nº 3,
misteriosa ruta si las hay, en el rectilíneo trayecto Bahía Blanca- Viedma.
LA PRIMERA TELETRANSPORTACION
La traemos a colación por ocurrir
precisamente en una zona donde trataremos el caso que motiva la nota. Como toda
crónica de época, donde la credibilidad rara vez alcanza el 100 %, la versión
traduce que a las 23.30 Hs. de una noche de fines de diciembre de 1959, un
profesional de Bahía Blanca de regreso desde Buenos Aires en viaje por la ruta
nacional Nº 3 y a pocos kilómetros de su ciudad, es sorprendido por una luz
VIOLACEA acompañada de una espesa NIEBLA que le hace detener la marcha al
sentirse como “agotado”. Recuerda que dormitó menos de diez minutos y al
despertar “no estaba en su vehículo, ni tampoco lo vio… y el
paisaje le era desconocido”. Pensó en un robo y tuvo que hacer señas a un
camionero que venía por la ruta, quien lo ubicó en tiempo y espacio: Estaba en
las afueras de Salta. Ante su asombro hizo la denuncia ante la policía local de
aquella provincia y al llamar a Bahía Blanca le informan que su auto aún estaba
a la vera de la ruta y con el motor en marcha. Trascendió que el caso fue
investigado por organismos oficiales e inclusive del exterior.
EL FENOMENO A LA INVERSA
Se denomina RALENTIZAR cuando “la
acción permite lograr que ALGO se vuelva
más lento o se desarrolle con menor rapidez”. O sea, consiste en reducir la velocidad o en dotar de lentitud a
cierto procedimiento. Y esto no lo teníamos con frecuencia en los libros de
bitácora del Fenómeno OVNI argentino, hasta llegado el año 1978. Pero en 2016
se produjo otro caso similar que recién en 2018 nos enteramos y pudimos
investigar. Los protagonistas resultaron un joven matrimonio rionegrino, más
precisamente de la ciudad de Viedma: Celeste y Nicolás.
IMÁGENES DE OTRA REALIDAD
Celeste y Nicolás partieron desde
Bahía Blanca a las 01.00 Hs. de la madrugada del 27 de Julio de 2016 con rumbo
a Viedma, en su Ford Fiesta 1.6 modelo 2016, es decir, prácticamente 0 km. A
sabiendas que les quedaba ¼ tanque de combustible y no les iba a alcanzar para
recorrer en tres horas los casi 280 kilómetros que los separaban de su destino,
ya que el automóvil consumiría unos 20 litros en ese tramo, decidieron parar en
una estación de servicio cuando llegasen a Pedro Luro. Así las cosas, el viaje,
al igual a los que ya habían realizado en otras oportunidades en ese mismo
camino, transcurría con total normalidad bajo un cielo parcialmente nublado y
oscuro. Ya con Pedro Luro a la vista se aproximaron a la estación de servicio… y
allí comenzaron a manifestarse una serie de ANOMALIAS visuales y geográficas
dignas de un film de ciencia ficción:
La estación de servicio se hallaba
cerrada y TOTALMENTE A OSCURAS. Ese hecho lo recuerdan por llamarle
poderosamente la atención, ya que ésta permanece abierta durante la noche. Pero
la imagen que se les presentó de la misma y sus adyacencias era como en un
estado de “desolación y abandono”…
Decidieron proseguir y ya en la ruta
se percataron de la presencia de “una LUZ BLANCA a lo lejos”, tipo LED, y creyendo
que era algún percance con un vehículo, detuvieron la marcha y le realizaron
SEÑAS obteniendo increíblemente “una respuesta LUMINOSA titilante”. Pero nada
más que eso. Todo quedó en ese fugaz intercambio. En ese instante se dieron
cuenta que era “algo anormal” lo que sucedía ya que la enigmática luz comenzó
“como a ESCANEAR el campo aumentando su tamaño”…por tanto, optaron por continuar el viaje en el total
silencio de la noche.
En determinado momento Nicolás quedó
unos instantes como “shockeado” por las circunstancias, aminorando la marcha y
mirando fijo esa luz que por un momento se tornó ROJA. Es allí donde Celeste,
entró en pánico y comenzó a vociferar y llorisquear. El estado nervioso se
había apoderado de ambos…
A partir de esos momentos, comenzaron
a observar en las banquinas, unas SILUETAS DE AVES, como “murciélagos” pero con
patas largas. De una estatura aproximada a los cincuenta centímetros, estas
entidades de color negro y ojos rojos, salían corriendo hacia el campo,
desplegaban sus alas y levantaban vuelo. Estas apariciones se presentaban de a
una o dos cada 100 metros a medida que el auto se desplazaba por la ruta. Dichas CRIATURAS nos hacen recordar el famoso caso
americano del 21 de agosto de 1955 en la granja de la familia Sutton, ubicada entre las localidades de Kelly y Hopkinsville, estado de Kentucky, cuando se
les presentan horrorosas figuras antropomorfas durante la noche…
La radio del automóvil, en la cual
venían escuchando música, comenzó a “hacer INTERFERENCIAS” y notaron que el mismo tema musical SE
REPETIA una y otra vez durante varios minutos…
A su vez, al comprobar que “ambos
CELULARES dejaron de funcionar” la tensión iba en aumento…la
inquietante luz permanecía en
la cercanías
cruzando la ruta en más de
una ocasión.
Una situación insólita, sin dudas, se vivía en esos momentos y Nicolás ACELERA a unos 130/140
kph a pesar del escaso combustible que tenía en el tanque, con tal de arribar a
destino…
El que conoce o ha transitado por la
ruta nacional Nº 3, sabe perfectamente que es regularmente transitada, tanto de
día como de noche, y es común observar el paso de camiones. Pues bien, durante
todo el recorrido, de varias horas, el Ford Fiesta del matrimonio NO SE CRUZO
CON VEHICULO ALGUNO NI TAMPOCO RECUERDAN HABER PASADO POR LA ENTRADA DE ALGUN
PUEBLO EN SU DERROTERO LUEGO DE PASAR POR PEDRO LURO!!! (Juan. A. Pradere,
Villalonga y Stroeder). Y el otro detalle por demás llamativo es que tampoco
observaron LUCES DE CASAS campo adentro.
El matrimonio jamás advirtió otra
estación de servicio donde reponer combustible, la LUZ los seguía acompañando, el automóvil superaba
holgadamente los 130 kph, las horas pasaban, las extrañas FIGURAS a la vera del
camino se iban sucediendo y los nervios ya habían hecho mella en ambos. Pero el
objetivo de llegar a su domicilio en Viedma…era lo único
que deseaban.
EL FINAL DE LA EXPERIENCIA
Al aproximarse a la entrada de Carmen
de Patagones, el matrimonio coincidió que allí fue cuando la persistente luz
“desapareció” y distinguieron perfectamente las luces de la ciudad. Con el
tanque de nafta prácticamente vacío arribaron a su vivienda en Viedma (Río
Negro) pasadas las 06.00 Hs. de la madrugada… es decir, que un viaje que NORMALMENTE insume tres horas, lo realizaron en cinco!!!
Otros pormenores externos rodearon al caso, pero lo concreto es que
más allá de todas las vicisitudes, la intriga que nos queda es saber QUE PASO
EN ESOS 120 MINUTOS FALTANTES. Y acá es donde entra en juego el famoso MISSING
TIME. Allí sin dudas, está “la clave” del incidente. Cronológicamente pudimos
reconstruir las escenas, sabiendo que si bien el matrimonio aduce NO PERDER LA
CONCIENCIA en ningún momento, los hechos nos demuestran que algo totalmente
anómalo sucedió en su entorno y que en esas interminables cinco horas “hay algo
que nos falta aún” para armar el rompecabezas. Es como si estuviésemos viendo
una película con imágenes surrealistas y con INTERMITENCIAS, donde el final se
prolonga muchísimo más de la cuenta. Obviamente que el caso NO ESTA CERRADO.
Ninguno de los dos PRESENTO SECUELAS FISICAS a posteriori. Las investigaciones,
apoyadas por la gran predisposición de Celeste y Nicolás en conocer qué les
ocurrió, continuarán de nuestra parte, pero ellos no volverán a realizar el
mismo recorrido en horas de la noche…
CONCLUSIONES
Como aun no podemos dar por cerrado el
caso, el epílogo se reduce al terreno puramente HIPOTETICO. Todo nos hace
suponer que las continuas visiones fuera de contexto, a medida que transitaban
por la ruta, resultaron CONTROLADAS por los provocadores del incidente y si
bien en apariencia la joven pareja “recuerda la sucesión de los hechos”, esos
120 minutos faltantes nos indican que hubo una DISTORSION. Psíquica? Física?
Temporal? Tampoco tenemos indicios
claros de una ABDUCCION. Pero una
pregunta inquietante surge a raíz de todo ello: ¿Celeste y Nicolás fueron
escogidos AL AZAR en plena ruta o ya estaban “SEÑALADOS” desde el mismo momento
de su partida en Bahía Blanca para ser objetos de semejante manipulación? Ello nos moviliza a suponer tan osada hipótesis por el hecho que desde la misma salida dela ciudad ¡¡¡NO RECUERDAN haber pasado por el obligado CONTROL FITOSANTARIO ubicado a menos de treinta kilómetros de Bahía, en plena ruta Nº 3, ni tampoco haber distinguido los pueblos de: Teniente Origone, Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi, todos anteriores a Pedro Luro!!!. La
única realidad es que nos enfrentamos ante EL SEGUNDO CASO DE RALENTIZACION en
Argentina y uno de los pocos a nivel mundial en más de siete décadas de
Fenomenología.
OVNILOGIA COMPARADA
Aquí surge claramente el episodio
conocido como el de “los corredores del Rally” a modo de trazar analogías con
este caso del matrimonio rionegrino. Si bien para muchos se trató de una
TELETRANSPORTACION, o sea, “los habrían avanzado en tiempo y espacio”, ELLO NO
ES ASI y también nos resulta notable la COINCIDENCIA de ocurrir en el mismísimo
sector de la ruta Nº 3 pero 38 años después.
Los pilotos chilenos Carlos Acevedo y
Miguel Ángel Moya participaban del Rally “Vuelta a la América del Sur” a bordo
del Citroen Nº 102. Pasadas las 02.30 Hs.
del 23 de septiembre de 1978 (plena oleada OVNI argentina) pasaron por Viedma donde repusieron
combustible y cruzaron Carmen de Patagones con rumbo a Bahía Blanca. Minutos
después cruzaron la entrada del pueblo de Cardenal Cagliero y al llegar a la
zona de Salitral del Algarrobo, a eso de las 02.50 Hs. notaron “una intensa
luminosidad que se acercaba a gran velocidad por detrás”. De inmediato, el
habitáculo se inundó de una luz NEBLINOSA de color AMARILLO con tonos VIOLACEOS
y Acevedo, al mando del volante, se percató que estaban “como flotando a unos
dos metros del asfalto”. Nerviosismo y gritos mediante, interminables segundos
después el coche se posó nuevamente en la ruta. La luz disminuyó y todo volvió
lentamente a la normalidad. Al mismo tiempo, ambos pilotos observaron un CONO
LUMINOSO alejarse rumbo al Oeste. Se bajaron del vehículo y al comprobar que
todo estaba normal, retomaron la marcha y tan sólo quince minutos después
arribaron a Pedro Luro. Habían recorrido casi 130 kilómetros en poco menos de veinte
minutos!!!
Pero he aquí la increíble SIMILITUD con el caso de Celeste y Nicolás: Los corredores llegaron a la estación de servicio de Pedro Luro a las 05.10 Hs. de la madrugada… y si pasaron por el Salitral del Algarrobo a las 02. 50 Hs. porque SUS RELOJES, APARICION DE LUZ MEDIANTE, MARCARON DOS HORAS VEINTE MINUTOS en recorrer ese tramo, cuando en realidad se lo cubre en poco más de una hora!!! ¿Cómo se entiende entonces esto? Ese extraño OBJETO LUMINOSO si bien los adelantó esos 130 kilómetros en el orden FISICO, los retrasó dos horas veinte minutos en el plano TEMPORAL!!! Y volvemos a plantearnos los mismos interrogantes que en el caso del matrimonio: Si para Acevedo y Moya todo aconteció en unos veinte minutos ¿Qué ocurrió en esas dos horas que faltan completar? El único que lo supo fue el ODOMETRO del Citroen, que marcó que desde Viedma a Pedro Luro habían consumido solamente cincuenta y dos kilómetros, es decir, le faltaron esos ochenta kilómetros a partir del Salitral del Algarrobo, esos donde TODO PUDO HABER OCURRIDO…
Ante la denuncia de los pilotos, se hizo cargo de la investigación la Policía local de Pedro Luro al mando, en primera instancia, del Oficial Inspector Jorge Oscar Osimi, dando cuenta posteriormente a sus superiores de Bahía Blanca (Bs. As.).
Pero he aquí la increíble SIMILITUD con el caso de Celeste y Nicolás: Los corredores llegaron a la estación de servicio de Pedro Luro a las 05.10 Hs. de la madrugada… y si pasaron por el Salitral del Algarrobo a las 02. 50 Hs. porque SUS RELOJES, APARICION DE LUZ MEDIANTE, MARCARON DOS HORAS VEINTE MINUTOS en recorrer ese tramo, cuando en realidad se lo cubre en poco más de una hora!!! ¿Cómo se entiende entonces esto? Ese extraño OBJETO LUMINOSO si bien los adelantó esos 130 kilómetros en el orden FISICO, los retrasó dos horas veinte minutos en el plano TEMPORAL!!! Y volvemos a plantearnos los mismos interrogantes que en el caso del matrimonio: Si para Acevedo y Moya todo aconteció en unos veinte minutos ¿Qué ocurrió en esas dos horas que faltan completar? El único que lo supo fue el ODOMETRO del Citroen, que marcó que desde Viedma a Pedro Luro habían consumido solamente cincuenta y dos kilómetros, es decir, le faltaron esos ochenta kilómetros a partir del Salitral del Algarrobo, esos donde TODO PUDO HABER OCURRIDO…
Ante la denuncia de los pilotos, se hizo cargo de la investigación la Policía local de Pedro Luro al mando, en primera instancia, del Oficial Inspector Jorge Oscar Osimi, dando cuenta posteriormente a sus superiores de Bahía Blanca (Bs. As.).
Preguntas
y más preguntas sin respuestas concretas. Pero la única realidad nos indica que
estamos en presencia de DOS CASOS EXCEPCIONALES DE RALENTIZACION, CASI
CALCADOS, en una misma geografía y separados
por casi cuatro décadas. ¿Qué fuerzas desconocidas operan desde hace décadas en esos desolados parajes del sur bonaerense?