jueves, 15 de noviembre de 2018

“IMÁGENES DE OTRA REALIDAD”

La ralentización de la ruta 3                         
Por Luis Burgos (FAO-ICOU)


INTRODUCCION

Uno de los mayores problemas que enfrentamos los ufólogos cuando de casuística se trata, son los ocurridos donde entra en juego el polémico Fenómeno de MISSING TIME. Y ello se nos presenta mayoritariamente en los sucesos de TELETRANSPORTACIONES. Algo similar ocurre con las ABDUCCIONES.  Y allí, tanto en unas como en otras, el o los testigos manifiestan un lapso de “tiempo perdido”, que según las investigaciones y estudios posteriores se podría recuperar total o parcialmente, pero también existe la posibilidad que ello no ocurriese NUNCA. Todo indicaría que la INTELIGENCIA RECTORA afecta y controla una parte de nuestro cerebro a voluntad y deja recordar lo que ella quiere. Al menos eso es lo que se deja entrever cuando se nos presentan estas situaciones


LOS INCIDENTES ARGENTINOS

Una veintena de teletransportaciones engrosan nuestro BANCO DE DATOS de 5.500 casos 1947-actualidad, es decir, tan sólo el 0,5 % de las denuncias es lo que ha manifestado el Fenómeno OVNI en nuestro país. Aun así,  y por contener detalles asombrosos, algunos puntos resultan por demás significativos para su análisis. Por ejemplo el 80 % de los registros han acontecido en horas NOCTURNAS. Asimismo van acompañados de ciertas ANOMALIAS previas, como ser: relámpagos en noches estrelladas, espesa niebla en la ruta, lluvia inusual en un sector del camino, flashes en el cielo u observación de objeto luminoso con ventanillas a manera de TREN posado en las proximidades. Durante los hechos, el testigo puede presentar cansancio o somnolencia y posteriormente pesadillas y aparición de marcas corporales. En lo que se refiere al aspecto CROMATICO, habría una preferencia hacia la LUZ VIOLACEA al momento del encuentro y si bien estos se localizan en distintas provincias argentinas, dos rutas bonaerenses sobresalen del resto: La Nº 5, en el tramo que va desde el oeste bonaerense hasta acercándonos a la capital pampeana Santa Rosa, previo paso por Catriló, la enigmática Lonquimay, La Gloria, Uriburu y Anguil, como así también la sureña Nº 3, misteriosa ruta si las hay, en el rectilíneo trayecto Bahía Blanca- Viedma.


LA PRIMERA TELETRANSPORTACION

La traemos a colación por ocurrir precisamente en una zona donde trataremos el caso que motiva la nota. Como toda crónica de época, donde la credibilidad rara vez alcanza el 100 %, la versión traduce que a las 23.30 Hs. de una noche de fines de diciembre de 1959, un profesional de Bahía Blanca de regreso desde Buenos Aires en viaje por la ruta nacional Nº 3 y a pocos kilómetros de su ciudad, es sorprendido por una luz VIOLACEA acompañada de una espesa NIEBLA que le hace detener la marcha al sentirse como “agotado”. Recuerda que dormitó menos de diez minutos y al despertar “no estaba en su vehículo, ni tampoco lo vio y el paisaje le era desconocido”. Pensó en un robo y tuvo que hacer señas a un camionero que venía por la ruta, quien lo ubicó en tiempo y espacio: Estaba en las afueras de Salta. Ante su asombro hizo la denuncia ante la policía local de aquella provincia y al llamar a Bahía Blanca le informan que su auto aún estaba a la vera de la ruta y con el motor en marcha. Trascendió que el caso fue investigado por organismos oficiales e inclusive del exterior.


EL FENOMENO A LA INVERSA

Se denomina RALENTIZAR cuando “la acción permite lograr que ALGO  se vuelva más lento o se desarrolle con menor rapidez”. O sea, consiste en  reducir la velocidad o en dotar de lentitud a cierto procedimiento. Y esto no lo teníamos con frecuencia en los libros de bitácora del Fenómeno OVNI argentino, hasta llegado el año 1978. Pero en 2016 se produjo otro caso similar que recién en 2018 nos enteramos y pudimos investigar. Los protagonistas resultaron un joven matrimonio rionegrino, más precisamente de la ciudad de Viedma: Celeste  y Nicolás. 


IMÁGENES DE OTRA REALIDAD

Celeste y Nicolás partieron desde Bahía Blanca a las 01.00 Hs. de la madrugada del 27 de Julio de 2016 con rumbo a Viedma, en su Ford Fiesta 1.6 modelo 2016, es decir, prácticamente 0 km. A sabiendas que les quedaba ¼ tanque de combustible y no les iba a alcanzar para recorrer en tres horas los casi 280 kilómetros que los separaban de su destino, ya que el automóvil consumiría unos 20 litros en ese tramo, decidieron parar en una estación de servicio cuando llegasen a Pedro Luro. Así las cosas, el viaje, al igual a los que ya habían realizado en otras oportunidades en ese mismo camino, transcurría con total normalidad bajo un cielo parcialmente nublado y oscuro. Ya con Pedro Luro a la vista se aproximaron a la estación de servicio y allí comenzaron a manifestarse una serie de ANOMALIAS visuales y geográficas dignas de un film de ciencia ficción:

La estación de servicio se hallaba cerrada y TOTALMENTE A OSCURAS. Ese hecho lo recuerdan por llamarle poderosamente la atención, ya que ésta permanece abierta durante la noche. Pero la imagen que se les presentó de la misma y sus adyacencias era como en un estado de “desolación y abandono”


Decidieron proseguir y ya en la ruta se percataron de la presencia de “una LUZ BLANCA a lo lejos”, tipo LED, y creyendo que era algún percance con un vehículo, detuvieron la marcha y le realizaron SEÑAS obteniendo increíblemente “una respuesta LUMINOSA titilante”. Pero nada más que eso. Todo quedó en ese fugaz intercambio. En ese instante se dieron cuenta que era “algo anormal” lo que sucedía ya que la enigmática luz comenzó “como a ESCANEAR el campo aumentando su tamaño”por tanto, optaron por continuar el viaje en el total silencio de la noche.

En determinado momento Nicolás quedó unos instantes como “shockeado” por las circunstancias, aminorando la marcha y mirando fijo esa luz que por un momento se tornó ROJA. Es allí donde Celeste, entró en pánico y comenzó a vociferar y llorisquear. El estado nervioso se había apoderado de ambos

A partir de esos momentos, comenzaron a observar en las banquinas, unas SILUETAS DE AVES, como “murciélagos” pero con patas largas. De una estatura aproximada a los cincuenta centímetros, estas entidades de color negro y ojos rojos, salían corriendo hacia el campo, desplegaban sus alas y levantaban vuelo. Estas apariciones se presentaban de a una o dos cada 100 metros a medida que el auto se desplazaba por la ruta. Dichas CRIATURAS nos hacen recordar el famoso caso americano del 21 de agosto de 1955 en la granja de la familia Sutton, ubicada entre las localidades de Kelly y Hopkinsville, estado de Kentucky, cuando se les presentan horrorosas figuras antropomorfas durante la noche


La radio del automóvil, en la cual venían escuchando música, comenzó a “hacer INTERFERENCIAS”  y notaron que el mismo tema musical SE REPETIA una y otra vez durante varios minutos

A su vez, al comprobar que “ambos CELULARES dejaron de funcionar” la tensión iba en aumentola inquietante luz permanecía en la cercanías cruzando la ruta en más de una ocasión. Una situación insólita, sin dudas, se vivía en esos momentos y Nicolás ACELERA a unos 130/140 kph a pesar del escaso combustible que tenía en el tanque, con tal de arribar a destino  

El que conoce o ha transitado por la ruta nacional Nº 3, sabe perfectamente que es regularmente transitada, tanto de día como de noche, y es común observar el paso de camiones. Pues bien, durante todo el recorrido, de varias horas, el Ford Fiesta del matrimonio NO SE CRUZO CON VEHICULO ALGUNO NI TAMPOCO RECUERDAN HABER PASADO POR LA ENTRADA DE ALGUN PUEBLO EN SU DERROTERO LUEGO DE PASAR POR PEDRO LURO!!! (Juan. A. Pradere, Villalonga y Stroeder). Y el otro detalle por demás llamativo es que tampoco observaron LUCES DE CASAS campo adentro.

El matrimonio jamás advirtió otra estación de servicio donde reponer combustible, la LUZ  los seguía acompañando, el automóvil superaba holgadamente los 130 kph, las horas pasaban, las extrañas FIGURAS a la vera del camino se iban sucediendo y los nervios ya habían hecho mella en ambos. Pero el objetivo de llegar a su domicilio en Viedmaera lo único que deseaban.


EL FINAL DE LA EXPERIENCIA

Al aproximarse a la entrada de Carmen de Patagones, el matrimonio coincidió que allí fue cuando la persistente luz “desapareció” y distinguieron perfectamente las luces de la ciudad. Con el tanque de nafta prácticamente vacío arribaron a su vivienda en Viedma (Río Negro) pasadas las 06.00 Hs. de la madrugada… es decir, que un viaje que NORMALMENTE  insume tres horas, lo realizaron en cinco!!! Otros pormenores externos rodearon al caso, pero lo concreto es que más allá de todas las vicisitudes, la intriga que nos queda es saber QUE PASO EN ESOS 120 MINUTOS FALTANTES. Y acá es donde entra en juego el famoso MISSING TIME. Allí sin dudas, está “la clave” del incidente. Cronológicamente pudimos reconstruir las escenas, sabiendo que si bien el matrimonio aduce NO PERDER LA CONCIENCIA en ningún momento, los hechos nos demuestran que algo totalmente anómalo sucedió en su entorno y que en esas interminables cinco horas “hay algo que nos falta aún” para armar el rompecabezas. Es como si estuviésemos viendo una película con imágenes surrealistas y con INTERMITENCIAS, donde el final se prolonga muchísimo más de la cuenta. Obviamente que el caso NO ESTA CERRADO. Ninguno de los dos PRESENTO SECUELAS FISICAS a posteriori. Las investigaciones, apoyadas por la gran predisposición de Celeste y Nicolás en conocer qué les ocurrió, continuarán de nuestra parte, pero ellos no volverán a realizar el mismo recorrido en horas de la noche  


CONCLUSIONES

Como aun no podemos dar por cerrado el caso, el epílogo se reduce al terreno puramente HIPOTETICO. Todo nos hace suponer que las continuas visiones fuera de contexto, a medida que transitaban por la ruta, resultaron CONTROLADAS por los provocadores del incidente y si bien en apariencia la joven pareja “recuerda la sucesión de los hechos”, esos 120 minutos faltantes nos indican que hubo una DISTORSION. Psíquica? Física? Temporal?  Tampoco tenemos indicios claros de una ABDUCCION.  Pero una pregunta inquietante surge a raíz de todo ello: ¿Celeste y Nicolás fueron escogidos AL AZAR en plena ruta o ya estaban “SEÑALADOS” desde el mismo momento de su partida en Bahía Blanca para ser objetos de semejante manipulación? Ello nos moviliza a suponer tan osada hipótesis por el hecho que desde la misma salida dela ciudad ¡¡¡NO RECUERDAN haber pasado por el obligado CONTROL FITOSANTARIO ubicado a menos de treinta kilómetros de Bahía, en plena ruta Nº 3, ni tampoco haber distinguido los pueblos de: Teniente Origone, Mayor Buratovich e Hilario Ascasubi, todos anteriores a Pedro Luro!!!.   La única realidad es que nos enfrentamos ante EL SEGUNDO CASO DE RALENTIZACION en Argentina y uno de los pocos a nivel mundial en más de siete décadas de Fenomenología.


OVNILOGIA COMPARADA

Aquí surge claramente el episodio conocido como el de “los corredores del Rally” a modo de trazar analogías con este caso del matrimonio rionegrino. Si bien para muchos se trató de una TELETRANSPORTACION, o sea, “los habrían avanzado en tiempo y espacio”, ELLO NO ES ASI y también nos resulta notable la COINCIDENCIA de ocurrir en el mismísimo sector de la ruta Nº 3 pero 38 años después.

Los pilotos chilenos Carlos Acevedo y Miguel Ángel Moya participaban del Rally “Vuelta a la América del Sur” a bordo del  Citroen Nº 102. Pasadas las 02.30 Hs. del 23 de septiembre de 1978 (plena oleada OVNI argentina)  pasaron por Viedma donde repusieron combustible y cruzaron Carmen de Patagones con rumbo a Bahía Blanca. Minutos después cruzaron la entrada del pueblo de Cardenal Cagliero y al llegar a la zona de Salitral del Algarrobo, a eso de las 02.50 Hs. notaron “una intensa luminosidad que se acercaba a gran velocidad por detrás”. De inmediato, el habitáculo se inundó de una luz NEBLINOSA de color AMARILLO con tonos VIOLACEOS y Acevedo, al mando del volante, se percató que estaban “como flotando a unos dos metros del asfalto”. Nerviosismo y gritos mediante, interminables segundos después el coche se posó nuevamente en la ruta. La luz disminuyó y todo volvió lentamente a la normalidad. Al mismo tiempo, ambos pilotos observaron un CONO LUMINOSO alejarse rumbo al Oeste. Se bajaron del vehículo y al comprobar que todo estaba normal, retomaron la marcha y tan sólo quince minutos después arribaron a Pedro Luro. Habían recorrido casi 130 kilómetros en poco menos de veinte minutos!!! 



Pero he aquí la increíble SIMILITUD con el caso de Celeste y Nicolás: Los corredores llegaron a la estación de servicio de Pedro Luro a las 05.10 Hs. de la madrugada y si pasaron por el Salitral del Algarrobo a las 02. 50 Hs. porque SUS RELOJES, APARICION DE LUZ MEDIANTE, MARCARON  DOS HORAS  VEINTE MINUTOS en recorrer ese tramo, cuando en realidad se lo cubre en poco más de una hora!!! ¿Cómo se entiende entonces esto? Ese extraño OBJETO LUMINOSO si bien los adelantó esos 130 kilómetros en el orden FISICO, los retrasó dos horas veinte minutos en el plano TEMPORAL!!! Y volvemos a plantearnos los mismos interrogantes que en el caso del matrimonio: Si para Acevedo y Moya todo aconteció en unos veinte minutos ¿Qué ocurrió en esas dos horas que faltan completar? El único que lo supo fue el ODOMETRO del Citroen, que marcó que desde Viedma a Pedro Luro habían consumido solamente cincuenta y dos kilómetros, es decir, le faltaron esos ochenta kilómetros a partir del Salitral del Algarrobo, esos donde TODO PUDO HABER OCURRIDO
Ante la denuncia de los pilotos, se hizo cargo de la investigación la Policía local de Pedro Luro al mando, en primera instancia, del Oficial Inspector Jorge Oscar Osimi, dando cuenta posteriormente a sus superiores de Bahía Blanca (Bs. As.).


Preguntas y más preguntas sin respuestas concretas. Pero la única realidad nos indica que estamos en presencia de DOS CASOS EXCEPCIONALES DE RALENTIZACION, CASI CALCADOS,  en una misma geografía y separados por casi cuatro décadas. ¿Qué fuerzas desconocidas operan desde hace décadas en esos desolados parajes del sur bonaerense?