miércoles, 4 de marzo de 2020

CURIOSAS MARCAS EN LA RAMBLA

Por Luis Burgos (FAO-ICOU)


INTRODUCCIÓN

El tema del Fenómeno Aterrizaje y sus huellas da pie a numerosas polémicas en el mismo seno de los ufólogos. Están los que, a rajatablas, afirman que “las marcas aparecidas, repentinamente, sin observación de objeto alguno, fueron originadas igualmente por OVNIS” (huellas no asociadas), y enfrente se ubican los que anteponen que, “al no comprobarse descenso o aproximación de objeto volador  a superficie, deben ser descartadas por completo”

Pero en el medio quedamos aquellos que hemos investigado cientos de esas enigmáticas marcas en los campos y que, en un significativo porcentaje, el testigo vio “aterrizar o sobrevolar” un objeto no identificado. Son las huellas asociadas  ¿Pero entonces qué DIFERENCIA hay entre unas y otras? NINGUNA!!

La experiencia de haber constatado más de 1000 huellas en regiones argentinas y uruguayas, en más de 50 años de investigaciones in situ, nos lleva a afirmar categóricamente eso. Sean del tipo REVERDECIDAS o del tipo DESHIDRATADAS (nunca calcinadas, como la prensa de otrora refería) con presencia de HONGOS periféricos o no, nos indican que son IDÉNTICAS!!


La casuística argentina nos presenta un riquísimo dossier de HUELLAS ASOCIADAS, es decir, cuando el testigo afirma haber contemplado un aterrizaje y el objeto que lo provocó dejó estampada la marca. Y es aquí donde entran en juego todos los factores para COMPARAR con aquellas que aparecen “de la noche a la mañana”: geometrías, dimensiones, anomalías, polos de atracción, comportamiento de los animales, tipos de suelo, etc.

Se sabe que la aparición de los CÍRCULOS DE BRUJAS o ANILLO DE HADAS, data de los tiempos del medioevo, y se sospechaba de rondas nocturnas con relación maléfica por un lado, o encantada y mágica por otro. Inclusive con el temor de no adentrarse a las marcas “para no sufrir las consecuencias” (mareos, descomposturas, maleficios, etc.).

En la actualidad, paradójicamente, algunas ANOMALÍAS detectadas en estas huellas, han provocado ciertos SÍNTOMAS en varios testigos

Obviamente que para la ciencia clásica y ortodoxa (botánicos, micólogos, fitopatólogos, agrónomos, etc.) todo es producto de “una enfermedad provocada por cierto tipo de hongos, como los CALVATIA LILACINA”. Éstos, también llamados esponjas o polveras, suelen aparecer repentinamente formando círculos de pasto reverdecido, o en su defecto, deshidratado o seco, debido a que el micelio subterráneo se desplaza radialmente y aflora de manera redondeada, a la superficie, “confundiéndose” con aterrizajes de OVNIS

Recuerdo haber tenido sabrosas polémicas, y también colaboración, allá por los años 80, con los directivos del “Instituto de Botánica  Dr. Carlos Spegazzini”, de la Universidad Nacional de La Plata, que debe su nombre al científico italiano que dedicó su vida a la taxonomía de los hongos, en la provincia de Buenos Aires.


Pero volviendo a lo nuestro, he descubierto desde hace ya bastante tiempo, que existe “una gran diferencia” entre la enfermedad del suelo y el descenso de un OVNI, de la cual nadie se había percatado: EL TIEMPO!! Ese mismo tiempo que, siempre sostengo, “juega a favor de los investigadores”.  

Las huellas o marcas producidas por hongos anualmente, en época de cosecha, fructifican y van agrandando su tamaño. Por ejemplo, si un círculo mide 6 metros, al año siguiente volverá a florecer y su diámetro será de 6.10 o 6.20 metros, y así sucesivamente.

En cambio, las huellas producidas por el aterrizaje de un OVNI, permanecen INALTERABLES!! Y si tenemos la suerte de hacerles un seguimiento anual, comprobaremos que, si la marca mide 6 metros, seguirá midiendo los mismos 6 metros con el paso de los años. Así de simple así de complejo.


LAS CURIOSAS MARCAS DE LA RAMBLA

Alertados por el descubrimiento de Silvina Cardarelli (miembro FAO La Plata) sobre extrañas marcas, acudimos a la zona de la calle 32 muy próxima al Estadio Único de La Plata a realizar, nobleza obliga, la investigación in situ.

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Y caprichosamente, cuando se acaban de cumplir 20 años de la primera localización de huellas en la famosa ZONA 72, que realizamos junto a Nelson Polanco en 1999. Este sector de la ciudad se ubica a 5 kilómetros rectos de 72 y 20 y presenta un notorio parecido con aquel singular caso


Efectivamente, en un claro de 10 x 20 metros, rodeado de altos eucaliptus detectamos una VEINTENA de círculos del tipo anular DESHIDRATADO y en el sector siguiente, hacia el Estadio, una DECENA de las mismas curiosidades. Transeúntes y comerciantes zonales, si bien no las habían advertido, tampoco dejaron entrever movimiento de maquinarias que las pudieran haber provocado, ni siquiera los obreros que cortan el pasto periódicamente.  Alejándonos de LA ZONA 0 no detectamos más marcas.

Dos cosas nos llamaron la atención en ambos sectores: Una marca más grande, de 1.80 metros, con borde de 30 centímetros, era acompañada por todas las demás de reducidos tamaños, inferiores al metro. Pasa que no es común en el Fenómeno Aterrizaje, salvo pocas excepciones, comprobar huellas tan chicas. Excepto que, como diría el célebre GANSIN DEL CAMPO, que las provoque Burgos y la FAO con tanques de 200 litros de combustible!!

Lo siguiente es que casi TODAS respetaban el formato ANULAR, con sus bordes de 30 centímetros y la parte interna con el pasto verde igual que el resto del terreno, tipo anillos, efecto que va perdurando con los días. Un par de llamativas figuras similares al número 8, que tanto buscamos en los descensos, tampoco faltó a la cita

CONCLUSIONES

Mediciones mediante, croquis y documentación fílmica y fotográfica dieron paso a todo lo que requiere el PROTOCOLO: detector de electromagnetismo, contador Geyger y uso del neodimio en busca de las “limaduras de hierro”. Resultados negativos

¿Recolección de muestras? Obviamente. Eso sí, si alguno tiene para desembolsar unos 7.000 u 8.000 pesos para pagar los análisis correspondientes, que lo haga saber pronto que la FAO lo agradecerá con una plaqueta.

No faltarán aquellos que arriesgarán las más descabelladas hipótesis o algún gurú sabelotodo tratando de encontrar una fácil explicación.  Hasta le echarán culpas a los puestos de choripán o alguien con una cortadora de pasto. Y por qué no, aquel que nos querrá entregar en mano EL FIERRAZO DE ORO 2020, cosa que le será muy pero muy difícil, porque en esta zona no encontramos METEORITOS DE HIELO y mucho menos HUELLAS DE HIELO!! Lo concreto es que tenemos la suerte de hacerles un SEGUIMIENTO de ahora en más y comprobar si debajo del terreno yace una colonia de hongos burlones de ufólogos. Porque EL TIEMPO, y volvemos a nuestro aliado, siempre juega a favor de nosotros para comprobar o para descartar.


Equipo investigativo:
Lucía López, Juan Lanza y Luis Burgos.-

Fotos: Lucía López