Por Luis Burgos - FAO-ICOU
INTRODUCCIÓN
Todo el mundo interesado en la temática OVNI ya sabe que
Olavarría, esa pujante ciudad del centro bonaerense, es la región argentina
donde más cantidad de denuncias de seres extraños, vinculados a la fenomenología
que nos ocupa, se han reportado en las siete décadas platillistas. Así lo
hicimos conocer por todos los medios, bautizando la zona como “OLAVARRÍA:
TIERRA DE HUMANOIDES”
Pero a su vez, al gran número de entidades observadas, le sumamos avistamientos, huellas de aterrizajes y en los últimos tiempos, mutilaciones, que la sitúan como una de las preferidas de los OVNIS en la provincia de Buenos Aires. Ya por los años 60 y 70 el recordado Dante Rivera, pionero de la ufología local, nos deleitaba con sus investigaciones, por lo que bien merecido está el homenaje a su labor, que le brindamos con ICOU en esa “placa de reconocimiento” colocada en la Biblioteca 1° de Mayo, sitio donde pasó gran parte de su vida.
Durante el mes de febrero 2021, nos llegan noticias a través de Marcos. P. Paz (FAO Olavarría) de unas misteriosas marcas aparecidas en el Parque Helios Eseverri. En efecto, enterado Marcos por boca de un allegado, se trasladó al lugar a constatar la veracidad de la versión y se encontró con cuatro huellas circulares del tipo “reverdecidas”, cuyos diámetros oscilan entre los 5 y 10 metros y donde en un primer momento afloraron los famosos hongos esponjas o polvera, basidiomicetos blancos del género Calvatia (familia de Agaricaceae) que extrañamente no superaron los 10 centímetros de altura, como si lo hacen en la mayoría de los casos.
EN BUSCA DEL POLO…
Como “polos de atracción”, esos que siempre buscamos a la
redonda cuando se trata de supuestos aterrizajes OVNI (agua, vías, tendidos,
molinos, laureles, taperas, etc.) tenemos el arroyo Tapalqué, que corre a unos 100
metros de las mismas. Hasta el momento no se han localizado testigos que
pudieran haber detectado alguna anomalía nocturna en la región.
LA EXCEPCIÓN QUE MARCA LA REGLA
Y ya más cera del arroyo, y a unos 30
metros de las otras, Marcos ubica una huella de forma oval, reverdecida, de cuatro
metros de diámetro pero de cobertura TOTAL, es decir, diferente a las ANULARES.
Este tipo de marcas forma parte, curiosamente, de tan sólo el 20 % de las
huellas reverdecidas, ya que el 80 % restante lo conforman las anulares o
anillos. En este caso olavarriense tenemos las dos variantes…
CONCLUSIONES
Rastros similares ya hemos localizado por centenares en todo
el país en tantos años de investigación, pero acá tenemos la ventaja que se le
puede hacer un seguimiento anual (práctica que no siempre se puede realizar por
las distancias a cubrir) para descartar o no, la enfermedad del terreno
producida por esta clase de hongos (ver nuestra nota “El Síndrome de Delphos”).
Párrafo aparte para Marcos. P. Paz quien realizó un estupendo y minucioso
trabajo de campo, acorde a las circunstancias, y que será el encargado de
continuar la investigación del caso. Felicitaciones!