lunes, 22 de febrero de 2021

OLAVARRÍA: EL MISTERIO DEL PARQUE

 Por Luis Burgos - FAO-ICOU


INTRODUCCIÓN

Todo el mundo interesado en la temática OVNI ya sabe que Olavarría, esa pujante ciudad del centro bonaerense, es la región argentina donde más cantidad de denuncias de seres extraños, vinculados a la fenomenología que nos ocupa, se han reportado en las siete décadas platillistas. Así lo hicimos conocer por todos los medios, bautizando la zona como “OLAVARRÍA: TIERRA DE HUMANOIDES”

Pero a su vez, al gran número de entidades observadas, le sumamos avistamientos, huellas de aterrizajes y en los últimos tiempos, mutilaciones, que la sitúan como una de las preferidas de los OVNIS en la provincia de Buenos Aires. Ya por los años 60 y 70 el recordado Dante Rivera, pionero de la ufología local, nos deleitaba con sus investigaciones, por lo que bien merecido está el homenaje a su labor, que le brindamos con ICOU en esa “placa de reconocimiento” colocada en la Biblioteca 1° de Mayo, sitio donde pasó gran parte de su vida.


¿HUELLAS DE OVNI A LA VISTA?

Durante el mes de febrero 2021, nos llegan noticias a través de Marcos. P. Paz (FAO Olavarría) de unas misteriosas marcas aparecidas en el Parque Helios Eseverri. En efecto, enterado Marcos por boca de un allegado, se trasladó al lugar a constatar la veracidad de la versión y se encontró con cuatro huellas circulares del tipo “reverdecidas”, cuyos diámetros oscilan entre los 5 y 10 metros y donde en un primer momento afloraron los famosos hongos esponjas o polvera, basidiomicetos blancos del género Calvatia (familia de Agaricaceae) que extrañamente no superaron los 10 centímetros de altura, como si lo hacen en la mayoría de los casos.

El amplio parque, donde se realizan todo tipo de actividades, presenta en la zona de las marcas, un claro, con luminarias cercanas y cableado subterráneo. De los cuatro círculos, tres están completos y uno se asemeja a un “ocho” sin terminar, ya que al anillo se le yuxtapone otro que, caprichosamente, no se cierra por completo. Es la primera vez que se nos presenta esta “curiosidad”. El pasto de los bordes de todas las huellas es 10 centímetros más alto que el del resto del parque, que permanece bien corto en toda su extensión.


EN BUSCA DEL POLO…

Como “polos de atracción”, esos que siempre buscamos a la redonda cuando se trata de supuestos aterrizajes OVNI (agua, vías, tendidos, molinos, laureles, taperas, etc.) tenemos el arroyo Tapalqué, que corre a unos 100 metros de las mismas. Hasta el momento no se han localizado testigos que pudieran haber detectado alguna anomalía nocturna en la región.


LA EXCEPCIÓN QUE MARCA LA REGLA

Y ya más cera del arroyo, y a unos 30 metros de las otras, Marcos ubica una huella de forma oval, reverdecida, de cuatro metros de diámetro pero de cobertura TOTAL, es decir, diferente a las ANULARES. Este tipo de marcas forma parte, curiosamente, de tan sólo el 20 % de las huellas reverdecidas, ya que el 80 % restante lo conforman las anulares o anillos. En este caso olavarriense tenemos las dos variantes…

CONCLUSIONES

Rastros similares ya hemos localizado por centenares en todo el país en tantos años de investigación, pero acá tenemos la ventaja que se le puede hacer un seguimiento anual (práctica que no siempre se puede realizar por las distancias a cubrir) para descartar o no, la enfermedad del terreno producida por esta clase de hongos (ver nuestra nota “El Síndrome de Delphos”). Párrafo aparte para Marcos. P. Paz quien realizó un estupendo y minucioso trabajo de campo, acorde a las circunstancias, y que será el encargado de continuar la investigación del caso. Felicitaciones!